lunes, 29 de junio de 2015

EL REY SALOMÓN

I Crónicas 28:9
¨Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos. Si tú le buscares, lo hallarás; mas si lo dejares, él te desechará para siempre¨.

Hoy nos toca dentro de nuestra serie de Estudios de Personajes, ver la persona del rey Salomón. Toda la historia del rey Salomón la puede usted leer en la Biblia en I Reyes 1:1 – 11:43 y II Crónicas 1:1 – 9:31.

Las palabras que encontramos en I Crónicas 28:9, versículo que nos sirve de inspiración para este mensaje, son palabras de Betsabé, la madre de Salomón. Estas palabras están llenas de verdad y son en  sí una profecía acerca de lo que sería la vida de este famoso rey de Israel. La madre de Salomón le está enseñando a su hijo que Dios espera que los que lo adoran lo hagan de forma sincera y convincente, una convicción que dure para toda la vida. Esto concuerda perfectamente con lo que el Señor Jesús dijo a la mujer samaritana junto al pozo de Jacob: ¨Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren¨ (Juan 4:23). Esto no fue lo que pasó en la vida de Salomón, pues en la postrimería de su vida ignoró por completo los más sagrados principios de fe, entregándose a la idolatría.

La fama de sabio de Salomón ha recorrido el mundo entero. Salomón es un parámetro de sabiduría humana, por lo que es muy conocido el dicho ¨más sabio que Salomón¨. Es muy famoso el episodio en el que el rey Salomón decidió entre dos mujeres rameras que se disputaban ser la madre de un niño (I Reyes 3:16-28). La forma de descubrir la verdadera madre, está considerado como una decisión de gran sabiduría. El rey Salomón dijo que partieran al niño por la mitad y así dividieran al niño entre las dos. De inmediato, la verdadera madre salió a relucir, diciendo que no mataran al niño, sino que lo dieran a la otra mujer. Acto seguido el rey Salomón decidió que esta era la verdadera madre y que el niño debía ser entregado a ella.  

Veamos tres cosas importantes acerca de la vida del famoso rey Salomón:

1.- Los Antecedentes del Rey Salomón.

Ser el Hijo del rey más famoso, ha de haber representado un gran reto para Salomón. Salomón tuvo la mejor educación secular y religiosa que persona alguna pudiera tener. Natán el profeta fue su educador y guía, así que a pesar de asumir la monarquía a la corta edad de veinte años, él estaba preparado para hacer una buena labor al frente del trono.

Para poder llegar a ser coronado como rey de Israel, primeramente tuvo que vencer las aspiraciones de su hermanastro Adonías, quien tenía pretensiones, hasta cierto punto justificadas, de ser rey. Adonías se había agenciado muy bien las cosas para obtener lo que quería, pues tenía el apoyo de la oficialidad real, y nada más y nada menos que el apoyo de Abiatar, el sacerdote de Jerusalén. Con el poder militar y el poder religioso a su favor, pensaba que le iba a ser fácil hacerse con el trono. Pero Betsabé y el profeta Natán apelaron a David, quien a pesar de estar ya muy viejo, seguía siendo el rey de Israel, y estaba de acuerdo que Salomón su hijo fuera el que lo sustituyera en el trono.  Y Salomón era la persona elegida por Dios para ocupar el trono de Israel.

De esta manera Salomón se convirtió en el tercer y último rey del Israel unificado y el rey más famoso por su sabiduría, riqueza y poder. Salomón recibe como herencia un reino construido por su padre David, un gran imperio.

En su investidura como rey, Salomón le pidió sabiduría a Dios, pero su sabiduría más bien llegó a usarla en el desarrollo de su vida para las cosas terrenales, para el manejo del estado y para conducirse como un príncipe en el mundo, y en este sentido se convirtió lentamente en un déspota, usando su sabiduría de manera maquiavélica, pisoteando de esta manera los principios recibidos de su padre.

Salomón no usó la sabiduría para considerar la integridad espiritual con la que su padre David se condujo durante toda su vida. Los monarcas del mundo de entonces hicieron grandes viajes para conocer a Salomón, y es muy famosa la visita de la reina de Saba. Las alabanzas del mundo lo convirtieron en un hombre débil. Pero al mismo tiempo, estas alianzas con personas de otras latitudes, inclinaron el corazón de Salomón a la idolatría.

Los creyentes debemos tener cuidado en nuestro trato con los impíos. No debemos dejarnos influenciar del mundo, sino que somos nosotros los que debemos influenciar el mundo con la palabra de Dios y con nuestra conducta. Esta es la demanda bíblica para cada creyente: ¨No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta¨ (Romanos 12:1). La demanda del Señor Jesús es que cada creyente, por medio de su testimonio, sea un embajador del reino celestial en dondequiera que se encuentre, dando a conocer al Dios verdadero y motivando con esto a la glorificación del Padre Celestial: ¨ Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos¨ (Mateo 5: 14-16).

2.- Logros del Rey Salomón.

Su logro más importante fue la construcción del templo de Jerusalén (I Reyes 6). Su padre David le había dejado todos los preparativos para llevar a cabo esta grande empresa, que Salomón cumplió con gran esmero. Creo que esto lo hizo más que todo por la gran gloria que esta obra faraónica le dio a su gestión.  

Salomón era poseedor de una gran sabiduría, riqueza y esplendor, al respecto Jesús dijo: ¨ Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos¨ (Mateo 6:28b,29). A Salomón se le atribuye la autoría de tres libros de la Biblia: Proverbios, Cantar de los Cantares y Eclesiastés. Acerca de su sabiduría y de su prolífica labor científica y literaria, la Biblia nos dice: ¨Y Dios dio a Salomón sabiduría y prudencia muy grandes, y anchura de corazón como la arena que está a la orilla del mar. Era mayor la sabiduría de Salomón que la de todos los orientales, y que toda la sabiduría de los egipcios. Aun fue más sabio que todos los hombres, más que Etán ezraíta, y que Hemán, Calcol y Darda, hijos de Mahol; y fue conocido entre todas las naciones de alrededor. Y compuso tres mil proverbios, y sus cantares fueron mil cinco. También disertó sobre los árboles, desde el cedro del Líbano hasta el hisopo que nace en la pared. Asimismo disertó sobre los animales, sobre las aves, sobre los reptiles y sobre los peces. Y para oír la sabiduría de Salomón venían de todos los pueblos y de todos los reyes de la tierra, adonde había llegado la fama de su sabiduría¨ (I Reyes 4:29-34).

Un hombre así hubiera sido de gran influencia para dar a conocer al Dios verdadero en sus múltiples encuentros con los poderosos de su tiempo, pero lamentablemente Salomón utilizó su poder para su gloria personal. A pesar de todo, con sus escritos, Salomón ha influenciado a más personas después de su muerte  para que busquen de Dios, que durante toda su vida. 

Un creyente debe aprovechar toda oportunidad que se le presente en una posición de eminencia para predicar con su vida y con sus palabras, a fin de alcanzar a los perdidos para Cristo.

3.- La Vida Espiritual de Salomón.

Salomón terminó mal, pues se inclinó a dioses falsos producto de su debilidad por las mujeres. Los matrimonios con las hijas de sus colegas reyes, lo apartaron de Dios. Por eso es que se dice que es más importante el día de la muerte que el día del nacimiento.
No se imaginó David que durante el reinado de su hijo Salomón, la nación de Israel habría de ser sacudida con la más grande apostasía, fruto de la vida hedonista y los múltiples matrimonios y uniones libres de Salomón con mujeres paganas. Podemos decir que todo el esplendor del Templo de Jerusalén, que le dio gloria a Salomón, se desvaneció con su conducta al final de su vida.

Es muy difícil acercarse a la porquería y no ensuciarse. 

La Biblia dice que tuvo mil mujeres, distribuidas de la siguiente manera: 700 esposas y 300 concubinas: ¨Y tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas; y sus mujeres desviaron su corazón¨ (1 Reyes 11:3). Las hijas de otros reyes de la época se casaron con Salomón en bodas estratégicas, pero Salomón llegó a vivir con estas mujeres cometiendo así poligamia, adulterio y fornicación . En la Biblia  ¨La Palabra de Dios Para Todos¨ podemos leer en un lenguaje sencillo esta situación lamentable de los últimos días de Salomón:  ¨Salomón y sus muchas esposas: Al rey Salomón le gustaban mucho las mujeres, especialmente las que venían de otras partes del mundo. Además de la hija del faraón, tenía mujeres hititas y mujeres de los moabitas, amonitas, edomitas y sidonios. El SEÑOR le había dicho al pueblo de Israel: ¨No debes casarte con mujeres de otras naciones. El hacer eso te llevará a seguir a los dioses de otras naciones». Sin embargo, Salomón se enamoró de esas mujeres.  Él tuvo setecientas esposas, hijas de otros jefes de estado, y trescientas concubinas. Ellas lo alejaron de Dios. Cuando Salomón era viejo, sus esposas lo convencieron de seguir a otros dioses y su corazón no estaba completamente entregado al SEÑOR, a diferencia de lo que había hecho su papá David. Salomón fue devoto de Astarté, diosa de los sidonios. También adoró a Moloc, el ídolo horrible de los amonitas. 6 Así que Salomón hizo mal ante los ojos del SEÑOR y no siguió de todo corazón al SEÑOR como sí había hecho su papá David. En una colina junto a Jerusalén, Salomón construyó un lugar para adorar a Quemós, el ídolo horrible de los moabitas. En la misma colina, Salomón construyó un lugar para adorar a Moloc, ídolo horrible de los amonitas.  Salomón hizo lo mismo para complacer a todas sus esposas extranjeras. Sus esposas quemaban incienso y hacían sacrificios a sus dioses. Salomón dejó de seguir al SEÑOR, Dios de Israel. El SEÑOR, quien se le había aparecido dos veces, se enojó mucho con Salomón.  Le dijo a Salomón que no debía seguir a otros dioses; sin embargo, Salomón no obedeció el mandato del SEÑOR.  Así que el SEÑOR le dijo a Salomón: «Tú elegiste no mantener el pacto conmigo ni obedecer mis decretos. Así que yo te prometo que te voy a quitar el reino y se lo daré a uno de tus siervos.  Sin embargo, como amé a tu papá David, no te lo quitaré mientras vivas. Esperaré hasta que tu hijo llegue a ser el rey y entonces se lo quitaré a él. De todos modos no le quitaré todo el reino; dejaré que gobierne una tribu. David era mi siervo; lo haré por él y por Jerusalén, la ciudad que yo elegí¨ (I Reyes 11:1-13).

Su libro de Eclesiastés es una muestra de su decepción de la vida, al probarlo todo y darse cuenta, que eso nada satisface la vida del hombre, sino sólo el temor a Dios.

Hay un fuerte contraste entre su libro de Proverbios y su vida. En el libro de Proverbios recoge una serie de consejos de un padre para su hijo que son excelentes, pero en su vida podemos ver todo lo contrario de lo que aconseja; la manera hedonista en que él vivió, entregándose a los más extravagantes lujos y placeres, es una demostración de su desvío espiritual.

Salomón, tristemente, era como alguien que sabe cuál es la forma correcta de vivir, pero no se decide a vivir lo que aconseja, es como alguien que da buenos consejos, pero no los aplica a su vida.

Pero es claro que en la postrimería de su vida se dio cuenta de sus grandes errores, y entonces decide aconsejar a sus hijos y a la juventud en general para que no cometan los mismos errores que él cometió, una muestra de ello es Eclesiastés 11: 9,10 y 12:1 ¨ Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará Dios. Quita, pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu carne el mal; porque la adolescencia y la juventud son vanidad. Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento¨.  

Son elocuentes sus palabras recogidas en Eclesiastés 12: 13,14: ¨El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala. Indudablemente que son palabras de un hombre profundamente  convencido de la vida y arrepentido.

Leandro González

Sermón predicado en la Primera Iglesia Bautista de Mao, República Dominicana, el 28 de junio de 2015.

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