lunes, 25 de julio de 2011

LAS SECTAS SATANICAS

Juan 10:10
¨El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia¨.

No es muy común que Satanás se muestre tal cual es, él prefiere pasar desapercibido, pues de esta manera engaña más fácilmente; es el maestro de los disfraces. Ya la Biblia nos advierte acerca de esta capacidad del diablo, de presentarse incluso como si fuera un ángel bueno: ¨Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz¨ (2 Corintios 11:14). Así que todas esas alusiones acerca del enemigo comparándole con figuras grotescas y repugnantes, definen más bien su carácter y no su apariencia.

No obstante a todo esto, existen personas que, vistiéndose de forma estrafalaria, tatuándose todo el cuerpo, llenándose de agujeros por todas partes, colgándose anillos y argollas y transformando su aspecto hasta hacerlo lo más desagradable posible, dicen hacerle honor al príncipe de las tinieblas.

Esta es la manera como el diablo aprovecha la rebeldía de la juventud para introducirles en el mundo del ocultismo, y de esta forma alejarles cada vez más de la posibilidad de un entendimiento o reconciliación con Dios; alejándoles así cada vez más de una reconciliación y entendimiento con sus padres, y alejándoles cada vez más de un entendimiento con los seres que le aman de verdad.

Son estos individuos, que por diferentes razones dicen sentirse incomprendidos y rechazados de la sociedad, los que se han organizado para expresar su filiación a todo lo que huela a satanismo. Fruto de esa rebeldía ha nacido el movimiento satanista que se manifiesta en todo el mundo, cuestionando todo lo establecido, y burlándose de todo lo que llame a la ley y al orden, desafiando la autoridad y procurando llamar la atención mediante un comportamiento totalmente contrario al esperado.

Entonces nos damos cuenta que las sectas satánicas pescan en corazones vacíos de amor, en corazones vacíos de obediencia y en corazones vacíos de valores. Veamos rápidamente estos tres aspectos:

1.- Las Sectas Satánicas Pescan en Corazones Carentes de Amor.

El mundo está necesitado de amor, pero de amor verdadero. Por lo general la gente confunde el amor con el deseo, con la pasión, con los apetitos, pero nada más lejos de la realidad.

Es por esta confusión que muchos son atrapados en situaciones que los llevan al laberinto del pecado.

Muchos jóvenes a los que sus padres no les brindaron el cariño oportuno, y que fueron criados con un vacío de amor, por lo general se vuelven seres amargados, tristes, llenos de frustraciones e insatisfacciones, debilidades que son aprovechadas por el enemigo, de diferentes maneras.

Esta carencia de amor hace a la persona vulnerable frente a individuos con mentes torcidas. No es raro entonces que personas vinculadas a las sectas encuentren con tanta facilidad convencer a individuos con deficiencia de afecto y cariño, pues son personas confundidas.

La falta de afecto en los seres humanos, especialmente durante la niñez, es la causa de grandes perturbaciones. La mayoría de los sociópatas (asesinos en serie, narcos, delincuentes, ladrones, etc.) han tenido una infancia desgraciada y fueron formados en el seno de una familia totalmente disfuncional. Estas son condiciones favorables para que Satanás haga medrar su ponzoña venenosa.

Cuídese de los ofrecimientos falsos que hacen las sectas y los grupos vinculados de alguna manera al satanismo. Ellos le llevarán por el camino de las cartas astrales, del horóscopo, del espiritismo, etc. y de esta manera le llevarán de la mano hasta el terreno del mismo Satanás, en donde usted estará atrapado miserablemente sin solución alguna.  

El remedio para una vida que se encuentra experimentando este riesgo de falta de amor es que encuentre personas llenas del Espíritu Santo que le guíen a Jesucristo, el único que puede curar de raíz el mal de amor del corazón.

Esta última idea obliga a los cristianos a que seamos más diligentes en mostrar el amor de Cristo a nuestro prójimo. Recordemos lo que nos dice la Biblia: ¨porque el amor cubrirá multitud de pecados¨ (I Pedro 4:8).

2.- Las Sectas Satánicas Pescan en Corazones Carentes de humildad.

Las personas desobedientes, iracundas, irrespetuosas, incapaces de aceptar cualquier tipo de guía, piensan que lo saben todo y que no necesitan que nadie les diga cómo vivir. Es por esto mismo que  son víctimas disponibles y dispuestas para que Satanás se introduzca en sus vidas, ellos mismos le abren la puerta al enemigo.

Con la actitud de desafío a todo tipo de ley y a todo tipo de orden, son los candidatos naturales para el que es el rebelde número uno. Es precisamente en la anarquía donde Satanás realiza sus mejores creaciones.

Una de las cosas que detiene el avance del enemigo en la sociedad de hoy, con  todo y lo divorciada de Dios que está, es precisamente la existencia de instituciones encargadas de velar por cierto tipo de ley y orden en el mundo. Pero este sentido de control cada día está más desacreditado en el mundo, tanto dentro como fuera de la política. Esto significa que está muy cercano el día en que se manifieste el hombre de pecado del que habla la Biblia, el hijo de perdición: ¨Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida; inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos¨ (2 Tesalonicenses 2:7-10).

Un sentido de obediencia en los individuos es vital para su salud mental. Esto es tan importante que la Biblia nos dice que ¨el principio de la sabiduría es el temor de Jehovᨠ(proverbios 1:7). Reconocer este principio en nuestras vidas nos evitará grandes contratiempos, es como un blindaje contra los ataques del diablo (Efesios 6:11-18). Es claro que una persona sin temor de Dios es capaz de todo tipo de atrocidad.

La Biblia también ordena a los hijos a honrar a los padres, o sea a obedecerles.Y esto es tan crucial, que hasta establece una promesa para quienes hagan caso de este mandamiento: ¨Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da¨ (Exodo 20:12).

Dios quiere edificar nuestras vidas, pero Satanás busca todo lo contrario, el procura nuestra destrucción. Por eso el Senor Jesús nos dice: ¨El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia¨ (Juan 10:10).

Cuando una persona se hace miembro de una secta satánica, se está poniendo en las manos del ladrón y está despreciando a su dueño, a su Señor. Esto, según la Biblia nos coloca en un lugar mucho más inferior que el de las bestias del campo, pues el libro santo nos enseña que cuando el hombre desprecia a su hacedor, ¨es más bruto que los más brutos animales¨ (dice Mathew Henry). Note cómo Dios se queja contra Israel en este sentido: ¨El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor; Israel no entiende, mi pueblo no tiene conocimiento. ¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron a Jehová, provocaron a ira al Santo de Israel, se volvieron atrás¨ (Isaías 1:3,4).

3.- Las Sectas Satánicas Pescan en Corazones Carentes de Valores.

En los Estados Unidos, antes se leía la Biblia y se oraba en las escuelas. Cuando eso se hacía, tanto los estudiantes como los profesores se respetaban y se cuidaban unos a otros. Hoy los estudiantes no respetan a los profesores, y los profesores han perdido toda autoridad en muchos aspectos frente a sus estudiantes.

Lo mismo ha ocurrido en nuestro país República Dominicana. Antes los estudiantes recibíamos una materia que se llamaba moral y cívica. Al través de este programa educativo, los estudiantes recibían instrucción acerca de los valores más elevados que debían cultivar, tales como decir siempre la verdad, respetar a los mayores, honrar los símbolos patrios etc..

A los niños y jóvenes se les enseñaba a tener orgullo patrio y a ser ciudadanos ejemplares. En este currículo también se incluía una buena dosis de instrucción religiosa, y los muchachos adquirían conocimiento bíblico al través de las historias que el sacerdote o el pastor llevaba a clases cada semana; y hasta se hacían eventos donde los muchachos mostraban su conocimiento de la Palabra de Dios.

Sin duda alguna que, cuando en los Estados Unidos y en la República Dominicana se hacía énfasis en la vida espiritual y en la ética ciudadana, el mundo era mucho mejor. Como ha dicho alguien, no podemos sacar a Dios, sacar la Biblia y sacar el énfasis en los valores cívicos de la vida de la sociedad, y pretender que no pasará nada. Es que no se puede prescindir de estas cosas pensando que no se pondrá nada en su lugar. Cuando sacamos a Dios de nuestras vidas, entonces otro seudo señor tomará el lugar. Ese seudo señor es el diablo, a quien nuestra civilización actual le ha cedido el lugar que le corresponde a Dios. Entonces estamos viendo los resultados de ese desatino.

Con tristeza tenemos que decir que la civilización actual rinde culto a Satanás en su manera de pensar y de vivir. Es por ello que los Estados Unidos y otras naciones permiten el matrimonio entre personas de un mismo sexo, desafiando de esta manera a Dios. No se puede desafiar a Dios y creerse que no pasará nada.

Les digo, que las naciones de la tierra que viven de espaldas a Dios, esperen la respuesta de Dios; porque aunque Dios es amor, también es fuego consumidor. Leamos en la Biblia con qué palabras se nos dice esto: ¨Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia. Porque nuestro Dios es fuego consumidor¨ (Hebreos 12:28,29).

Son los mismos legisladores de nuestras naciones que están permitiendo y fomentando que se rinda culto a Satanás, son ellos los que están levantando altares al dios de este siglo, son ellos los que están propagando con sus acciones contrarias a la ley de Dios el satanismo, y están empujando a la sociedad a la destrucción.

El índice de mortandad producto de la violencia y el crimen en todo el mundo, es la paga del diablo para una sociedad que se empeña en vivir y trabajar para él, en vez de vivir y trabajar para Dios: ¨Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro¨ (Romanos 6:23). A pesar de la miserable paga del diablo, la gente va insensatamente a trabajar a sus predios y desprecia los campos fértiles de Dios y su dádiva incomparable, desprecian al que nos favorece por pura gracia, sin ningún merecimiento.

Cerremos la puerta a Satanás (estamos a tiempo), y permitamos que Dios entre y gobierne para siempre nuestras vidas. Eso lo podemos hacer individualmente, aún en medio de una nación pecadora.

Digamos con Josué: ¨Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehovᨠ(Josué 24:15).

Leandro González

Mensaje predicado en la Primera Iglesia Bautista de Mao, República Dominicana, el 24 de julio de 2011.

domingo, 17 de julio de 2011

LAS SECTAS Y LA PERSONA DE JESUS

2 Corintios 11:4

¨Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis¨.

Hoy vamos a comentar acerca del problema que presentan las sectas llamadas cristianas con la persona de Jesús. Una de las características distintivas de las sectas es precisamente presentarnos otro Jesús muy diferente del que encontramos en la Biblia.

¡Qué difícil le resulta a la mayoría de la gente aceptar al Jesús verdadero, y qué fácil aceptan a un Jesús falso! A un Jesús falso nadie lo cuestiona, pero al Jesús verdadero lo quieren poner en duda todo el tiempo. Y esto ha sido así desde siempre, pues cuando Jesús apareció en Israel, nos dice la Biblia que fue rechazado por los suyos (su pueblo) y fue rechazado por el mundo: ¨En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron¨ (Juan 1:10,11).

Veamos de qué Jesús hablan las sectas:

1.- Las Sectas Hablan de un Jesús Sin Divinidad.

Esto significa que es meramente un ser humano, y en ese sentido entonces sería un hombre pecador como nosotros. De ese Jesús no podemos tener ninguna esperanza.

Algunos con influencias gnósticas, han echado a andar un rumor que dice, que Jesús no murió en la cruz, sino que fue bajado de la cruz y que huyó a Cachemira, una ciudad de la India, donde supuestamente se casó y tuvo hijos, y que sus restos descansan en una tumba allí. Pero la Biblia nos dice que Jesús murió en la cruz, que resucitó al tercer día, y que luego ascendió al cielo, de donde vendrá por segunda vez a la tierra. El evangelio se resume precisamente en estos acontecimientos acerca de la vida y obra de Jesús: ¨Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras¨ (I Corintios 15:3,4). Cualquiera persona que crea esto de corazón, será salva.
La Biblia nos dice que Jesús es Dios. El no era un dios como creen los mormones, sino que él es Dios hecho carne. Si Jesús no era Dios, entonces él no pudo haber hecho todo lo que hizo. Si Jesús no era Dios, entonces todo lo que él dijo acerca de él mismo no era verdad, y tendríamos que concluir que era tremendo mentiroso, cosa que es imposible de decir, debido a la arrolladora prueba de su honestidad.
Es por causa de todas esas malas enseñanzas que la Biblia nos aclara enfáticamente lo siguiente: ¨Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad¨ (Colosenses 2:9). Es por esto que Jesús mismo le decía a uno de sus discípulos lo siguiente: ¨Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?¨ (Juan 14:9). Y es magistral la confesión del incrédulo Tomás que exclamó al comprobar la resurrección de su Maestro: ¨Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!¨ (Juan 20:28).

No hay dudas, la Biblia afirma enfáticamente la deidad de Jesús, lo cual demuestra que las consideraciones de las sectas están descartadas.

2.- Las Sectas Hablan de un Jesús Astral.

Esta es una influencia de las religiones orientales, tales como el hinduismo y el budismo. Pero no es nada nuevo, pues desde el principio muchos trataron de poner en duda que Jesús fuera una persona física. Creer esto es decir que él no sufrió en la cruz, y que entonces estaba fingiendo, nada más lejos de la realidad.

El sufrimiento de Jesús empezó mucho antes del día en el que él fue crucificado. Si usted supiera desde niño que ha nacido para morir de la manera como murió Jesús, eso sólo sería suficiente para que se volviera loco. Sin embargo, vemos que Jesús mostró siempre todo el perfil de una persona normal. Esto Habla de su gran capacidad que supera a la de un ser humano normal.

Al decir que Jesús era una manifestación astral, se quiere decir que Jesús no tenía un cuerpo real, que era una especie de espíritu. La Biblia nos advierte acerca de los que niegan la encarnación de Jesús: ¨En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo¨ (I Juan 4:2,3).

La verdad es que Jesús nació como un ser humano cualquiera, vivió como un ser humano cualquiera, murió como un ser humano cualquiera, y fue el primer ser humano en resucitar de entre los muertos con un cuerpo glorificado: ¨Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho¨(1 Corintios 15:20).

Algunos como los llamados testigos de Jehová dicen que Jesús no resucitó con un cuerpo físico, sino que era un cuerpo astral, esto niega en sí la resurrección misma, ya que la resurrección tiene que ver con un cuerpo que se levanta de entre los muertos. Fue por esto mismo que cuando él resucitó les demostró a sus discípulos que su cuerpo resucitado era real y que no era un espíritu: ¨Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo¨ (Lucas 24:39).

El cristianismo se sustenta en la resurrección de Jesús. Por este motivo, Pablo escribió todo un tratado acerca de este tema en I Corintios 15 planteando su tesis acerca de la veracidad y la contundencia de la resurrección de Jesús.

3.- Las Sectas Hablan de un Jesús Disminuido.

Las sectas nos hablan de un Jesús que llegó a ser lo que era mediante una serie de aprendizajes y hasta de magia. Por eso algunos enseñan que durante el lapso de la vida de Jesús desde los doce a los treinta años, él estaba aprendiendo en la India, preparándose, para luego manifestarse como lo hizo en Israel. Pero Jesús vino del cielo preparado, no necesitó que nadie le enseñara nada. El se subordinó por su propia cuenta, en obediencia al Padre Dios, para someter su vida al sufrimiento en favor de todos nosotros, como nos lo enseña Filipenses 2:5-11. No hay en la historia otra persona que se le parezca ni remotamente.

Las sectas hablan de un Jesús considerado un maestro ascendido. Pero el Jesús de la Biblia no llegó a ser, sino que siempre ha sido: ¨En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios¨ (Juan 1:1,2).

El Jesús de la Biblia es uno que no puede ser igualado. Ningún ser humano, en muchas vidas (si esto fuera posible), no lograría nunca alcanzar la estatura de Jesús, porque este Jesús no es el producto de la inteligencia humana, sino que es el Hijo de Dios, perfecto por naturaleza.

Aunque Jesús era el hijo de María, pero sólo lo era en su humanidad, de ninguna manera en su divinidad.

El reconocimiento de Juan el bautista respecto de Jesús, al decir que él no era ¨digno ni siquiera de desatar la correa de su calzado¨, nos indica que para Juan, Jesús no era meramente un ser humano, sino que el ¨Jesucristo hombre¨ del que nos habla 1 Timoteo 2:5, es Dios encarnado.

Pero las sectas quieren a un Jesús a imagen y semejanza del hombre, no a la imagen de Dios. Lo quieren disminuido, para de esta forma poderlo adaptar a sus pretensiones demoniacas de tener un ser que responda a su imaginación torcida.

Jesús no es el producto de la imaginación de alguien, sino que él es la persona de Dios que vino a este mundo de manera visible y palpable, el único que nos puede salvar.

En Jesús vemos a Dios hecho hombre, pero no disminuido, sino sujeto a la condición humana, porque era la única manera como podía redimir al hombre. Él era el único que tenía la facultad de poner su vida y volverla a tomar, de otra manera se hubiera quedado en la tumba fría sin remedio alguno para la humanidad: ¨Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre¨ (Juan 10:17,18).


Sigamos creyendo en el Jesús que nos presenta la Biblia y no en el Jesús que nos presentan las sectas.

Leandro González

Mensaje predicado en la Primera Iglesia Bautista de Mao, República Dominicana, el 17 de julio de 2011.