(Segunda Parte)
Mateo
12:46-50
¨Mientras él aún hablaba a
la gente, he aquí su madre y sus hermanos estaban afuera, y le querían hablar.
Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están afuera, y te quieren
hablar. Respondiendo él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y
quiénes son mis hermanos? Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He
aquí mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de mi
Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre¨.
2.-
La Biblia Claramente Enseña Que Jesús tuvo Hermanos y Hermanas.
En uno de los pasajes que
nos sirven de base para este sermón, vemos que para la gente que conocía la
familia de Jesús, el hecho de que José y María eran un matrimonio muy
fructífero, era algo de lo más normal: ¨Y venido a su tierra, les enseñaba en
la sinagoga de ellos, de tal manera que se maravillaban, y decían: ¿De dónde
tiene éste esta sabiduría y estos milagros? ¿No es éste el hijo del carpintero?
¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas? ¿No
están todas sus hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene éste todas estas
cosas?¨ (Mateo 13:54-56).
Tenemos que decir que eran
medio hermanos, pues sólo eran hermanos de madre, pues José no era el padre
biológico de Jesús. José era el padre putativo de Jesús, es por esto que la
Biblia aclara cuando se refiere al parentesco de Jesús con José, lo siguiente:
¨Jesús mismo al comenzar su ministerio era como de treinta años, hijo, según se
creía, de José, hijo de Elí¨ (Lucas 3:23).
El apóstol Pablo menciona
a Santiago, como el hermano de Jesús: ¨pero no vi a ningún otro de los
apóstoles, sino a Jacobo el hermano del Señor¨ (Gálatas 1:19). Y también hace
mención de los hermanos de Jesús en su primera carta a los corintios: ¨¿No
tenemos derecho de traer con nosotros una hermana por mujer como también los
otros apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas?¨ (I Corintios 9:5).
Judas, el escritor de la
última epístola general en el Nuevo Testamento, se presenta como hermano de
Santiago, quizá por considerarse indigno de llamarse hermano de Jesús, pues
antes lo había negado. Como no se identifica como apóstol, cosa que todos los
apóstoles hacían para respaldar la autoridad de sus palabras, es claro que no
se trata de Judas el apóstol, sino de Judas, el hermano de Jesús.
Se han inventado
increíbles argumentos para establecer el mito de que María no tuvo hijos con
José, como el que dice que José era viudo, que había tenido otro matrimonio
antes de casarse con María, y que esos hijos que se mencionan, son los hijos
que José tuvo en el matrimonio anterior. Pero no hay forma de compaginar eso
con el relato bíblico. Lo más sencillo y claro es lo que podemos ver en la
Biblia, y es que José y María sí tuvieron hijos e hijas, como un matrimonio
normal lo tiene. Dios no le puso como condición a María que ella no podría
tener una vida marital normal con su esposo José.
La Biblia nos relata que
María asistió a una boda en Caná de Galilea, acompañada de sus hijos. Esta
parece haber sido una invitación familiar a esta boda, a la que también
asistieron los discípulos del Señor. El relato se encuentra en Juan 2:1-12. En
Juan 2:12 leemos lo siguiente: ¨Después de esto descendieron a Capernaum, él,
su madre, sus hermanos y sus discípulos; y estuvieron allí no muchos días¨.
Note como se hace una distinción muy clara entre los discípulos de Jesús y sus
hermanos, lo cual claramente significa que los hermanos mencionados aquí, no se
refiere a hermanos en la fe, sino a hermanos de sangre.
Es interesante que casi
siempre que se menciona a los hermanos de Jesús, está María involucrada en el
relato, lo cual corrobora el parentesco consanguíneo de estas personas. Es por
este motivo que la palabra griega "ἀδελφός"
que se utiliza en cada caso para referirse a los hermanos de Jesús, por causa
de su contexto, no se puede interpretar en sentido figurado sino en sentido
literal, como refiriéndose a hermanos consanguíneos.
Es verdad que la misma
palabra griega "ἀδελφός", se utiliza
en la Biblia de la misma forma que se utiliza en español la palabra ¨hermano¨, pero
el contexto en el que se use la misma, hace la diferencia. Por ejemplo, cuando
el apóstol Pablo llama hermano a Sóstenes, un miembro de la iglesia de Corinto,
claramente se entiende que está utilizando el término en sentido figurado,
puesto que Sóstenes, el creyente de la iglesia de Corinto, no era hermano
consanguíneo de Pablo, sino que se acostumbraba, igual que hoy, a llamar
¨hermanos¨ a los miembros de la iglesia: ¨Pablo, llamado a ser apóstol de
Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Sóstenes¨(I Corintios 1:1).
Para corroborar lo que
decimos, existe el caso del verbo ¨conocer¨, en griego ¨ginosko¨, que en Mateo
1:25 se refiere a la relación sexual entre un hombre y una mujer; y la misma
palabra, utilizada en Mateo 7:16, se refiere a tener conocimiento acerca de una
persona o al hecho de identificar a alguien por su forma de ser. Veamos estos
dos versículos de forma sucesiva: ¨Pero no la conoció hasta que dio a luz a su
hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS¨; ¨Por sus frutos los conoceréis.
¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?¨. Aquí vemos lo
importante que es el contexto.
3.-
La Biblia Claramente Enseña Que los Hermanos de Jesús en Principio no Creían en
él.
En Juan 7:3-10 encontramos
esta triste verdad: ¨Estaba cerca la fiesta de los judíos, la de los
tabernáculos; y le dijeron sus hermanos: Sal de aquí, y vete a Judea, para que
también tus discípulos vean las obras que haces. Porque ninguno que procura
darse a conocer hace algo en secreto. Si estas cosas haces, manifiéstate al
mundo. Porque ni aun sus hermanos creían en él. Entonces Jesús les dijo: Mi
tiempo aún no ha llegado, mas vuestro tiempo siempre está presto. No puede el
mundo aborreceros a vosotros; mas a mí me aborrece, porque yo testifico de él,
que sus obras son malas. Subid vosotros a la fiesta; yo no subo todavía a esa
fiesta, porque mi tiempo aún no se ha cumplido¨. Esta es una prueba irrefutable
de que cuando la Biblia se refiere a los hermanos de Jesús, se refiere a
hermanos de sangre, puesto que sería contraproducente que se diga en la Biblia
que sus discípulos (si se entiende a los hermanos como sus discípulos), los que lo seguían, no creían en él, pero
claramente aquí se está refiriendo a los hermanos consanguíneos de Jesús. Y en el mismo pasaje en boca de los hermanos
de Jesús, ellos mismos establecen una diferencia entre ellos, sus hermanos, y
los discípulos. Sólo hay que leer cuidadosamente: ¨y le dijeron sus hermanos:
Sal de aquí, y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que
haces¨ (Juan 7:3).
Pero hay una nota de
victoria en este punto de nuestro sermón, y es que los hermanos de Jesús,
después llegaron a creer en él y a convertirse en sus seguidores. Ellos estaban
presentes junto con los apóstoles y los demás miembros de la iglesia el día de
pentecostés: ¨Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las
mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos¨ (Hechos 1:14).
Hasta tenemos en la Biblia
una carta escrita por Santiago, uno de los hermanos de Jesús y es muy probable,
casi seguro, que también Judas, el autor de la última epístola universal, sea
uno de los hermanos de Jesús, que se mencionan en Mateo 13:55. Sabemos que Tanto Santiago como Judas son los
medio hermanos de Jesús, pues como ya hemos dicho, si hubieran sido alguno de
los apóstoles, se habrían identificado como apóstoles de Jesucristo, como
manera de apoyar la autoridad de sus palabras.
Este Santiago jugó un
papel muy importante en la naciente iglesia, tal y como lo vemos en el capítulo
15 de Hechos, en la asamblea que se llevó a cabo para resolver el problema de
los judaizantes: ¨Y cuando ellos callaron, Jacobo respondió diciendo: Varones
hermanos, oídme¨ (Hechos 15:13).
Podemos decir que los
hermanos de sangre de Jesús llegaron a convertirse y a ser muy importantes en
el engrandecimiento del reino de Dios en la tierra. Lo que Dios espera de ti y
de mí, como hermanos en la fe, es que hagamos lo mismo hoy.
Leandro
González
Sermón predicado en la
Primera Iglesia Bautista de Mao, República Dominicana, el domingo 23 de marzo de 2014.