(Primera Parte)
Mateo 12:46-50
¨Mientras él aún hablaba a
la gente, he aquí su madre y sus hermanos estaban afuera, y le querían hablar. Y
le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están afuera, y te quieren hablar.
Respondiendo él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son
mis hermanos? Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi
madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que
está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre¨.
¿Tuvo Jesús hermanos?
¿Tuvo María hijos con José? ¿Es bueno o es malo que María haya tenido otros
hijos aparte de Jesús? ¿Qué importancia y relevancia tiene para la fe cristiana
el hecho de que María haya tenido más hijos? Estas son preguntas que trataremos
de contestar en este sermón.
Mateo 13 habla de la
familia de Jesús, donde se le relaciona con José, con María y con sus hermanos,
hasta se menciona los nombres de los varones, y se dice que también tenía
hermanas.
La Biblia dice que Jesús
fue el primogénito de María y que después que Jesús nació, José y María fueron
pareja, vivieron una vida marital normal.
Que Jesús tenía hermanos
es muy claro en la Biblia, pues en una ocasión, estando él con sus discípulos
enseñando, se presentaron su madre y sus hermanos que lo buscaban. Se ha dicho
que esos hermanos eran los creyentes, pero los creyentes, o discípulos estaban
con él. Otro argumento es que cuando se menciona a hermanos, se refiere a
primos, entonces, ¿qué hacían los primos de Jesús con su Madre buscándole?
Además la Biblia aclara que sus hermanos no creían en él. Pues ese día que se
menciona que lo buscaban su madre y sus hermanos, Jesús dijo que su madre y sus
hermanos eran los que hacían la voluntad de su Padre.
1.-
La Biblia Claramente Enseña Que María y José Vivieron como Esposo y Esposa.
Cuando se dice que María y
José no tuvieron una vida marital como la tienen todos los esposos, se pretende
decir, entre otras cosas, que el sexo es malo. El sexo fue creado por Dios para
el hombre y la mujer, es una forma sublime de comunicarse y de amarse, y es al
mismo tiempo la forma como se produce la multiplicación de la especie humana
sobre la tierra. No fue el sexo lo que hizo que Adán y Eva pecaran, pues cuando
ellos pecaron, ya Dios les había dado mandamiento acerca de multiplicarse: ¨Y
creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los
creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la
tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los
cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra¨ (Génesis
1:27,28). Así que no podemos aceptar que sea malo que María y José hayan tenido
una vida conyugal normal.
José quería a María como
mujer, pues si ese no hubiera sido el caso, él no hubiese tenido la intención
de dejarla cuando supo que estaba embarazada. Sintió su dignidad de hombre
burlada al enterarse que la mujer con la que se iba a casar estaba embarazada
de otro hombre. Aunque José era un hombre piadoso, que esperaba la promesa del
nacimiento del Mesías, se encontró difícil creer que su prometida estaba
embarazada como un milagro obrado por el Espíritu Santo, y le era más digerible
el hecho de que María había dado un mal paso. Eso era lo que él creía antes de
que el ángel del Señor se le apareciera en sueños.
La Biblia nos enseña que
para que él tuviera que aceptar esta verdad, tuvo que recibir la iluminación
directa de Dios: ¨El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María
su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del
Espíritu Santo. José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso
dejarla secretamente. Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le
apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu
mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz
un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus
pecados. Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio
del profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y
llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. Y despertando
José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su
mujer¨ (Mateo 1:18-24).
Al igual que José, muchos
judíos creían que cuando la profecía bíblica decía que ¨una virgen concebirá y
dará a luz un hijo¨, se refería a que esa mujer de quien habría de nacer el
Mesías, se habría de casar siendo virgen, y que de su primera relación, nacería
dicho Mesías. Pero no era así, sino que esta profecía se refería a un hecho
literal, o sea, que una mujer, sin haber tenido relaciones sexuales con un
hombre, quedaría embarazada de manera milagrosa, y que de ella nacería el
Mesías tan esperado.
Como vemos, fue Dios mismo
quien le aclaró a José el significado de este acontecimiento. Si Dios no lo
hubiera hecho así, José no habría entendido nunca esta situación. Fue el
convencimiento de que María era el objeto de Dios para traer al mundo al
Mesías, lo que hizo que José se resignase a esperar que este niño naciera, para
poder tomar a María como su mujer, tal y como es lo más normal en toda pareja.
La luna de miel de José y
María, ocurrió un tiempo después que Jesús nació: ¨Pero no la conoció hasta que
dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS¨ (Mateo 1:25). Me
encanta lo simple y clara que es la Biblia, y me asombra, lo complicado que se
vuelve todo, cuando los intereses religiosos manipulan a las masas para
apartarlas de la verdad.
José y María se casaron y estuvieron
juntos todo el tiempo, hasta que uno de los dos murió, tal como ocurre en un
matrimonio cristiano. Cuando Jesús iniciaba su ministerio, lo cual indica que
tendría más de treinta años, él fue a la tierra donde él se crio, y las gentes del lugar lo reconocieron fácilmente
como el hijo del matrimonio de José y María. Esto demuestra que ellos vivieron
juntos como esposa y esposo, y que esto era algo muy normal para toda la gente.
Hoy muchas personas
piensan que es una blasfemia decir que María y José vivieron maritalmente, pero
en la Biblia esto se dice de la manera más normal y correcta, pues ellos
estaban casados legalmente. José no vivía con María para cuidarla y acompañarla,
y nada más, no, él quería a esa mujer para que fuera la madre de sus hijos.
La Biblia nos habla de los
otros hijos de José y de María, incluso menciona los nombres de los varones: ¨Y
venido a su tierra, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de tal manera que se
maravillaban, y decían: ¿De dónde tiene éste esta sabiduría y estos milagros? ¿No
es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos,
Jacobo, José, Simón y Judas? ¿No están todas sus hermanas con nosotros? ¿De
dónde, pues, tiene éste todas estas cosas?¨ (Mateo 13:53-56). Léalo en su
Biblia, la que usted tiene en su casa y que lee todos los días, allí dice que
José y María tuvieron cuatro varones, y no se sabe cuántas hijas.
María no fue siempre virgen,
ella era virgen cuando concibió y dio a luz a Jesús, pero luego de que Jesús
nació, ella fue la mujer de José, y le dio muchos hijos. María fue una mujer
santa, pero ella era una mujer como todas las demás, con las mismas necesidades
de ser amada y de desear ser madre. Ella no es más que una mujer humana que halló
gracia a los ojos Dios. María no es divina, ella fue la madre de Jesús en
términos humanos, no en términos divinos.
Como hemos dicho en otras
ocasiones, la encarnación de Dios no ocurrió para hacer divina a María, sino para
que Dios se hiciera hombre. Este no fue un acto para favorecer a María, sino
para Dios favorecer a toda la humanidad por medio de su Hijo Jesucristo. La
falsa enseñanza de que María no tuvo hijos aparte de Jesús, lo que busca es
colocarla a ella en un lugar que no le corresponde. Si usted cree eso, necesita
arrepentirse, y creer, no lo que dicen los hombres, sino lo que dice Dios.
Sermón Predicado por Leandro González en la Primera Iglesia Bautista de Mao, República Dominicana, el 16 de marzo de 2014.
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