lunes, 28 de junio de 2010

LA DESCOMPOSICION DEL MUNDO

I Juan 2:17a

¨Y el mundo pasa, y sus deseos¨.

La Biblia aclara que este mundo irá cada día en decadencia. La razón es, que este mundo ha escogido a un amo malo y pervertidor: ¨Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno¨ (I Juan 5:19). Esta es la conclusión a la que llega el apóstol Juan en su primera carta, y Jesús afirma que Satanás es el príncipe de este mundo: ¨y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado¨ (Juan 16: 11).

Satanás es el propiciador de la mundanalidad. El pesca en la turbulencia del mundo. Muchas almas van a la perdición influenciadas por el mismo Satanás en persona. Desde que el hombre pecó, allá en el jardín del Edén, condenó al mundo y a sí mismo a la decadencia. Desde ese día, el hombre, que fue hecho para vivir para siempre, empezó a morir. Es por eso que, desde que nace, el hombre empieza a morir. Y toda la creación fue sujeta a vanidad debido al pecado del hombre: ¨maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida¨ (Génesis 3: 17b).

Los científicos buscan razones fuera de la Palabra de Dios para la explicación de la decadencia del mundo, pero la verdad es una sola, independientemente de cualquiera lectura o interpretación que se le dé al asunto: Todo este mundo está destinado al fracaso por la única razón de que el hombre ha pecado, sigue pecando y seguirá pecando, desobedeciendo a la voz de su Creador.

El hombre promedio dedica muy poco tiempo, o casi ningún tiempo, a la búsqueda de los valores verdaderos. Hay más gente en los lugares de diversión y de ocio, ya sean estos decentes o de mala reputación, que en las iglesias. Esto puede ser un termómetro para medir la temperatura espiritual del mundo.

Por otra parte, son muchos los que van a la iglesia sólo en busca de sanidad para su cuerpo o para su mente, o para sentirse chéveres por un momento con su conciencia. Los comprometidos verdaderamente con la causa de Cristo y que atienden seriamente a sus demandas éticas, son los menos.

No se puede esperar nada bueno de un mundo que es tan liviano en las cosas espirituales. Uno cosecha lo que siembra. Por este motivo, quiero que veamos cuánto tiene que ver el hombre con esta descomposición cósmica:

1.- El Hombre es Responsable de la Descomposición del Mundo.

Satanás tiene su culpa, pero el hombre también tiene la suya. Satanás no puede obligar a nadie a pecar. El hombre elige pecar por su propia cuenta. El hombre no puede excusarse delante de Dios. No puede decir que no sabía, no puede alegar ignorancia, pues Dios ha puesto en él una conciencia moral, discriminatoria, para distinguir lo bueno de lo malo. Dios dijo al hombre y a la mujer desde el principio qué es bueno y qué es malo: ¨Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás¨ (Génesis 2: 16,17).

Así que el hombre decidió pecar por su propia voluntad. Desde entonces, todo ser humano nace con la tendencia al pecado y a toda clase de maldad. Los individuos determinan dejarse dominar de sus instintos o educarse en este sentido, pero no tienen potestad para despojarse del todo del poder del pecado que mora en ellos. Podemos pecar, pero no podemos justificar nuestros pecados, que es lo mismo que decir, que podemos hacer cosas malas, según nuestros instintos nos insinúen, pero no podemos justificar nuestros malos actos, ni decir que no somos responsables de los mismos.

A pesar de ello, muchos dicen que no son responsables de sus inclinaciones pecaminosas, y se atreven a alegar, incluso, que Dios los hizo así. Esto es equivalente a decir, que Dios fue quien propició que el hombre pecara, o que Dios es el responsable del pecado en el hombre; pero esto está divorciado de la verdad. Dios no puede propiciar el pecado, pues él es Santo; Dios más bien aborrece el pecado. Así que, Dios no puede estar de acuerdo con nuestras acciones pecaminosas y mucho menos fomentarlas.

El carácter santo de Dios le hace repudiar el pecado y establecer leyes para enfrentarlo y condenarlo. De otra manera, Dios no puede estar de acuerdo con una cosa que él ha condenado. De hecho lo que define el pecado es precisamente todo aquello que viola o transgrede la ley de Dios: ¨Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley¨ (I Juan 3: 4). Si Dios condena la homosexualidad o la pornografía es porque considera que eso es dañino para el hombre y ofensivo para él. Ninguna persona que hace alguna de estas cosas puede justificarse diciendo que actúa de una forma depravada porque Dios lo hizo así.

Mientras el hombre continúe en su estado caído y se justifique a sí mismo, el mundo entero irá en decadencia, y esta decadencia dará al traste con todo el orden tal como lo conocemos hoy. Será una nueva raza de redimidos la que podrá ser parte de ese nuevo mundo que el Señor Jesucristo está preparando para ese gran día: ¨En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros¨ (Juan 14: 2).

Entendamos esto: Somos el producto de la procreación, donde intervienen nuestros padres, y Dios colocó allí, en ese óvulo que estaba en el interior de nuestra madre, un alma única, un ser distinto y especial. Pero lamentablemente, de nuestros padres pecadores, heredamos el germen del pecado. Así que cada persona hereda la inclinación al mal, y tarde o temprano el poder del pecado se manifestará en nosotros. El pecado en nosotros es la obra de Satanás a quien le permitimos ser parte de nuestra vida el día que desobedecimos a Dios.

Es por esto que vino Cristo, dice la Biblia, ¨para deshacer las obras del diablo¨: ¨Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo¨ (I Juan 3:8). Es por esta causa que se hace necesario que uno nazca de nuevo, que sea hecho una nueva criatura. En este sentido el hombre que ya ha nacido de carne y sangre y de voluntad de varón, ahora necesita nacer de Dios: ¨Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios¨ (Juan 1: 12,13).

De todo este importante asunto nos habla la Biblia, es por ello que las personas deben conocer el evangelio. El evangelio nos habla del nuevo nacimiento, una condición que le permitirá al hombre ser parte del nuevo mundo que Dios creará.

2.- El Hombre Responderá Ante el Tribunal de Dios por Causa de la Descomposición del Mundo.

Muchas personas prefieren pensar en un Dios bueno, amoroso y compasivo, y no están de acuerdo con un Dios que ejecuta juicios y destrucción. Cualquiera que lea la Biblia se dará cuenta que si verdaderamente Dios es bueno y amoroso, también es cierto que su carácter justo y santo le obliga a actuar con severidad frente al pecado. Sólo una persona que no conozca la Biblia justificaría la idea de un Dios permisivo.

La Biblia está repleta de los juicios de Dios obrados en contra de personas, de pueblos y de todo el mundo. Basta con ver el diluvio universal para percatarnos de la severidad divina frente al pecado global (Génesis 6,7,8). Basta con ver la historia de lo que le pasó a las ciudades de la llanura, a Sodoma y a Gomorra, para darnos cuenta de cuánto puede llegar a ser el furor de Dios ante el pecado de toda una nación (Génesis 19). Basta ver el ejemplo que encontramos en el Nuevo Testamento, precisamente del castigo individual, cuando Dios castigó con la muerte a Ananías y a Safira por haber mentido al Espíritu Santo (Hechos 5: 1-11).

No me cabe la menor duda de que Dios manifestará con gran ira su indignación contra este mundo pecador. Dios tiene Razones de sobra para destruir a este mundo.

De ninguna forma podría yo, ni me atrevería a, disculpar a Dios en su derecho de hacer con este mundo lo que él quiera, pero es importante que sepamos que el propósito de Dios no es destruir el mundo que él con tanto amor hizo, sino que lo que Dios anhela es que el hombre se arrepienta: ¨El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento¨ (2 Pedro 3: 9). Estoy seguro que si la humanidad toda se arrepintiera de sus pecados y manifestara fe verdadera en Jesús, este mundo no sería destruido del todo, sino que fuera restaurado, regenerado y vuelto a su estado original. Pero como eso evidentemente no ocurrirá, la Biblia nos dice que, el mundo, tal como lo conocemos ahora, no existirá un día, y que luego de esa destrucción universal, que será con fuego, Dios creará un cielo nuevo y una tierra nueva.

¿Se da cuenta cuán devastador es el pecado, cuyas consecuencias afectan a todo el universo? Todo esto por causa del hombre, quien es la razón de ser de la creación de Dios. Todo lo que Dios creó en este mundo lo puso en las manos del hombre, este mundo lo hizo Dios para el hombre: ¨Le has hecho poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra. Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies: Ovejas y bueyes, todo ello, y asimismo las bestias del campo, las aves de los cielos y los peces del mar; todo cuanto pasa por los senderos del mar¨ (Salmo 8: 5-8).

3.- El Hombre Lleva Este Mundo Hacia la Destrucción.

No hay esperanza para este mundo guiado por el hombre pecador. Este mundo en las manos del hombre pecador va por mal camino. Se hace urgente que los cristianos oremos más por este mundo, para ver si podemos terminar de vivir los años que le quedan a este mundo en relativa calma en medio de tanta barbarie que a diario tenemos que vivir. El destino del mundo no es nada deseable según el panorama que nos presenta la Biblia.

Aquellos que tienen un concepto optimista del mundo se niegan a ver la realidad en que vivimos y dan la espalda a las profecías bíblicas que son tan categóricas en este sentido. A este mundo no le espera nada bueno.

Los hombres de ciencia están preocupados por el deterioro que presenta nuestro planeta en todos los órdenes. Las condiciones climáticas cada día se vuelven más insoportables, y cambios bruscos en el ecosistema están provocando un enorme desequilibrio cósmico, que ha de degenerar en un posible cataclismo de magnitudes insospechadas.

Pero sin embargo, toda esta preocupación de los científicos concuerda con lo que ya el Señor nos había advertido por medio del profeta Isaías: ¨He aquí el día de Jehová viene, terrible, y de indignación y ardor de ira, para convertir la tierra en soledad, y raer de ella a sus pecadores. Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros no darán su luz; y el sol se oscurecerá al nacer, y la luna no dará su resplandor. Y castigaré al mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad; y haré que cese la arrogancia de los soberbios, y abatiré la altivez de los fuertes¨ (Isaías 13: 9-11). El propio Señor Jesucristo confirma y aumenta esta profecía en Mateo 24:29: ¨E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas¨.

Todo esto obedece a la ira de Dios que será derramada sobre este mundo contra los hijos de desobediencia, algo muy parecido a lo que ocurrió en Egipto cuando Dios castigó al Faraón y lo que ocurrió en Sodoma y Gomorra cuando Dios arrasó con estas ciudades llamadas ¨impenitentes¨. La condición actual de este mundo concuerda perfectamente con la condición del mundo en los momentos en los que Dios ejecutó estos juicios. Lo que cada persona debe hacer es arrepentirse, porque el desenlace final de este mundo está cerca.

Leandro González


Mensaje predicado en la Primera Iglesia Bautista de Mao, República Dominicana, el 27 de Junio de 2010.


domingo, 20 de junio de 2010

EFECTOS DEL MATERIALISMO EN EL MUNDO

Romanos 1: 18-32.

"Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío. Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican".

El materialismo es un punto de vista para explicar el mundo. El materialismo es contrario totalmente al idealismo y surge con el propósito de contrarrestar éste. La filosofía materialista parte del hombre, del cerebro humano. Su búsqueda de respuestas a los grandes misterios de la vida se centra en el intelecto humano en sí.

Cualquier cosmovisión que se tenga afectará todas nuestras relaciones sociales y todo nuestro sistema de creencia, pues actuamos según pensamos. De plano la filosofía materialista descarta la existencia de Dios, o sea, que es atea, pero no lo es en sí, lo que pasa es que ha puesto a la materia como ese Dios al que dice negar, pues da a la materia una categoría de algo eterno, como que siempre ha existido. Así que todo lo que el materialista haga o piense hacer estará influenciado por esta idea de que Dios no existe, y que la materia es el objeto de su glorificación, cosa esta que muy bien razona el apóstol Pablo en Romanos 1.

En su explicación de la concepción del mundo, el materialista descarta a Dios. De acuerdo a la Biblia, el materialista comete un pecado grave que lo imposibilita para poder acercase a Dios, y es su incredulidad; ya que la Biblia nos dice lo siguiente: "Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan" (Hebreos 11: 6).

Ya desde muy temprano la Palabra de Dios había sentado el fundamento de la sabiduría o de la ciencia, y no es precisamente el materialismo ateo, sino todo lo contrario: "El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza" (Proverbios 1: 7).

Obviamente se debe inferir que el materialismo rechaza cualquiera concepción de algún hecho sobrenatural, porque el materialista cree que todos los fenómenos ocurridos al hombre, y en el mundo material, tienen una explicación lógica. Plantea que la religión existe precisamente como una salida fácil (según ellos) a los hechos que no pueden ser explicados por la ciencia. En este sentido el filósofo materialista rechaza todo tipo de manifestación de fe.

Hoy en día, sin necesidad de ser precisamente marxista, esta corriente tiene sus mejores exponentes en el mundo capitalista, puesto que al afán de lucro le viene bien una plataforma de esta naturaleza, donde los sentimientos y los principios morales importan muy poco. Veamos cuál es el fin del materialismo:

1.- El Materialismo Tiene Como Fin la Negación de Dios.

Esto implica más que negar la existencia de Dios. El materialismo procura explicar el origen del mundo contradiciendo lo que dice la Biblia, y hasta burlándose de la revelación, y considerándola como un invento de los hombres. El postulado existencialista del materialismo es la teoría de la evolución; la evolución progresiva y continua de todas las especies, incluyendo al hombre. Se da una explicación supuestamente nacida de la razón, y en ese sentido se plantea que la fe está divorciada de la lógica, y se acusa al creyente de fanático.

Karl Marx sentenció a la iglesia con su famosa máxima: "La religión es el opio de los pueblos", con lo cual quiso decir que la religión mantiene al hombre en un estado de inconsciencia frente a la realidad del mundo en que vive. Pero la realidad es que las demandas del Señor para el cristiano superan las exigencias de cualquier filosofía o política materialista: "Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis" (Mateo 25: 31-45).

El comunismo y sus defensores proclamaban la muerte de Dios cuando se encontraban en su apogeo, hoy en día todo el andamiaje de ese imperio ateísta no existe, ha muerto, y la iglesia sigue proclamando al Cristo resucitado, al Dios que vive por los siglos de los siglos.

2.- El Materialismo Tiene Como Fin La Glorificación del Hombre.

El humanismo, que es la prédica excusa del materialismo, nace de la necesidad del hombre de ser el protagonista de su propio destino. Esto parece loable a simple vista, pero lo que pretende el humanismo es que el hombre se decida a vivir su existencia en este mundo sin contar con nadie más que con él mismo, y enseñar que el hombre, y nadie más es el autor de sí mismo y de todo lo que le rodea. El humanismo es otro intento de realizar la famosa propuesta de Satanás hecha a Eva en el Jardín del Edén: "Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal" (Génesis 3: 4,5).

El humanismo plantea que el hombre es bueno en esencia, cuando la Biblia plantea la maldad absoluta del hombre y su inexorable fracaso si se mantiene en su estado de pecado: "Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; no hay quien entienda. No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno" (Romanos 3: 10-12); "Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque" (Eclesiastés 7:20).

En nuestra plática queremos dejar bien claro que el hombre es un ser sin esperanza de ninguna clase, si se empeña en negar al único que lo puede salvar.

3.- El Materialismo Tiene Como Fin La Pérdida de los Valores Espirituales.

Cuando se niega a Dios y el hombre se quiere poner en su lugar los resultados catastróficos en el planeta no se hacen esperar. Primeramente se manifiesta en la pérdida de los valores elementales de la vida. La falta de respeto por la integridad de la vida es un mal que ha ido mermando la paz y el sosiego en el mundo. El primer crimen que se registra es el de un hermano contra otro hermano, algo que se conoce como fratricidio, cuando Caín mató a su hermano Abel: "Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató. Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano? Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra. Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano. Cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y extranjero serás en la tierra" (Génesis 4: 8-12).

Lo que comenzó en el seno de la primera familia, se fue transfiriendo al seno de la sociedad, y en el día de hoy el crimen, el asesinato y la barbarie del hombre contra sus semejantes se ha convertido en el pan nuestro de cada día. La depravación exhibida por la humanidad como producto del humanismo es algo bestial. Si seguimos leyendo en el Génesis nos damos cuenta de cómo la humanidad se fue apartando cada día más de Dios y cuáles fueron las consecuencias: "Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho" (Génesis 6: 5-7).

El humanismo, que cree que eliminando el analfabetismo logrará romper con el estado actual del hombre pecador, que estimula la superación del hombre en el cultivo de las bellas artes, la búsqueda del saber en todas sus vertientes, el estudio y la profesionalización de los oficios y talentos y la capacitación del hombre y su educación, no ha podido lograr el resultado del llamado "hombre nuevo" que la filosofía materialista y el comunismo proclaman.

El hombre, en su naturaleza caída, no puede lograr este fin tan anhelado; sin Dios esta es una pretensión utópica: "Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente" (I Corintios 2:14). Lo que queremos decir es que de la única manera que el hombre puede llegar a ser ese personaje al que aspiran los postulantes del materialismo dialéctico, es únicamente mediante el milagro del nuevo nacimiento del que habló Jesús en su conversación con Nicodemo: "Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios" (Juan 3: 3). Entonces, el hombre nuevo no puede nacer del hombre viejo, no se puede salvar a sí mismo, sino que es necesario que el hombre tenga que nacer otra vez, para así lograr el fin de ser el hombre nuevo que Dios anhela. Y la única forma para lograr esto es por medio de recibir a Jesucristo como su Salvador: "Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios" (Juan 1: 12,13).

El cuadro que nos presenta el apóstol Pablo en Romanos 1: 18-32 es verdaderamente patético, ya que como resultado del hombre negar a Dios vemos: 1) Una justicia humana viciada: "Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale según la verdad; por cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcida la justicia" (Habacuc 1: 4), "Y el derecho se retiró, y la justicia se puso lejos; porque la verdad tropezó en la plaza, y la equidad no pudo venir. Y la verdad fue detenida, y el que se apartó del mal fue puesto en prisión; y lo vio Jehová, y desagradó a sus ojos, porque pereció el derecho" (Isaías 59: 14,15); 2) Exhibición de gran necedad en la conducta de los hombres: "¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! ¡Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismos! ¡Ay de los que son valientes para beber vino, y hombres fuertes para mezclar bebida; los que justifican al impío mediante cohecho, y al justo quitan su derecho!" (Isaías 5:20), "Dice el necio en su corazón: No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables; No hay quien haga el bien" (Salmos 14: 1); y, 3) Práctica de conductas vergonzosas que llegan al homosexualismo y al lesbianismo, y esto es algo que ya se considera como una conducta normal. Hasta se legisla en favor de los matrimonios entre personas de un mismo sexo en muchas ciudades del mundo. Esta fue la razón porqué Dios destruyó a Sodoma y a Gomorra: "Entonces Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos; y destruyó las ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra" (Génesis 19: 24,25).

A este mundo le queda poco tiempo, es necesario que los hombres se arrepientan antes que sea tarde.

Leandro González


Mensaje predicado en la Primera Iglesia Bautista de Mao, República Dominicana, el 20 de Junio de 2010.

lunes, 14 de junio de 2010

EL CRISTIANO FRENTE A LA EDUCACION GENERAL

2 Corintios 11:6
¨Pues aunque sea tosco en la palabra, no lo soy en el conocimiento; en todo y por todo os lo hemos demostrado¨.

La intelectualidad es un tema que debe ser abordado por el cristiano. El cristianismo verdadero, el de Cristo, del que se deriva su nombre, el que cree en el cristianismo bíblico, no está para nada separado de la intelectualidad, ni se niega a ella. Antes al contrario, a pesar de que la mayoría de los seguidores de Jesús no eran personas muy letradas, llama la atención cómo estos hombres después de su encuentro con Jesús, manifestaron una sabiduría sobrenatural y eran capaces de poder disertar grandes discursos; como el caso de Pedro, un simple pescador, que predicó el primer sermón evangélico el día de Pentecostés (Hechos 2:14.36).

Los argumentos de Pedro eran congruentes y convincentes, y era claro que sus ideas tenían gran asidero. Esta capacidad exhibida por los apóstoles obedecía a una manifestación sobrenatural de Dios. Pero vemos que, aun cuando individuos como los escritores de la Biblia estuvieron bajo la inspiración de Dios, ellos eran libres de usar su intelecto para expresarse, pues el interés de Dios es siempre apelar al intelecto humano, no sólo a su voluntad. Vemos como con la lógica de su lenguaje Pedro explica el significado del acontecimiento que se estaba llevando a efecto en el aposento alto en Jerusalén.

El intelectual no creyente que analiza el discurso de Pedro no puede encontrar desperdicio en el mismo. Y es eso precisamente lo que lo ha de llenar de desconcierto, que siendo el apóstol Pedro un hombre del vulgo, pudiera expresarse con tanta congruencia. Así que hay una sola conclusión a la que debería llevarle este derroche de intelectualidad manifestado por este hombre común, y es que se está dando aquí la realización de un acto sobrenatural.

Pero es bueno decir que no en vano este hombre iletrado había pasado tres años andando con Jesús, aprendiendo de manera informal los más encumbrados conceptos del evangelio. Esta fue la escuela o seminario a la que los apóstoles asistieron de manera intensiva.

En la Biblia resalta sobremanera la persona de Pablo como un gran intelectual convertido al cristianismo, el cual fue un gran defensor irrebatible de la fe cristiana, hombre muy culto y de gran influencia en el mundo de entonces. El que lee el libro de los Hechos y las cartas de Pablo, se dará cuenta de inmediato del gran acervo cultural de este hombre, comparable a la de cualquier filósofo de su época. En 2 Corintios 11:6 que es el versículo que nos sirve de inspiración en nuestro mensaje, vemos como el apóstol Pablo exalta el valor del conocimiento: ¨Pues aunque sea tosco en la palabra, no lo soy en el conocimiento; en todo y por todo os lo hemos demostrado¨.

Aún cuando muchos doctos al través de la historia han desdeñado el cristianismo y lo han considerado un insulto a la inteligencia, la verdad es que sus consideraciones obedecen más a un prejuicio irracional que a un análisis concienzudo de los postulados de la verdad del evangelio y de la persona misma de Jesús.

Por el otro lado, ha habido cristianos que han sido reacios a la educación e instrucción general, por no llamarle secular, y en tal sentido hasta muchos obreros cristianos que piensan que no es necesario estudiar en el seminario, ni mucho menos en la universidad para una mejor preparación en la obra del Señor. Frente a esta consideración equivocada quisiera meditar respecto de los siguientes tres enunciados:

1.- La Educación y la Instrucción en el Cristiano No Invalida la Intervención Sobrenatural de Dios.

La ciencia verdadera no descarta a Dios, más bien confirma no sólo su existencia, sino también que es capaz de explicar su accionar en el mundo. Cuando hablamos de la teología, por ejemplo, nos estamos refiriendo a una ciencia que procura definir a Dios, analizando las diferentes manifestaciones que éste ha hecho por medio de la creación, por medio de sus actos sobrenaturales obrados al través de la historia en medio del pueblo de Israel, por medio de un estudio y análisis pormenorizado de la Biblia (el libro que da testimonio de la manifestación de Dios en el mundo) y analizando la vida de Jesús, un personaje de la historia que no puede ser catalogado de otra forma que no sea como el Dios hombre (Hebreos 1:1-3). Todo este análisis ha dado lugar a grandes y extensos volúmenes literarios que se vuelven material obligado de investigación para cualquiera que se interesa en el conocimiento.

Es cierto que el llamado al ministerio es algo que nace del corazón mismo de Dios, el cual nos capacita con los dones para la edificación de la iglesia: ¨Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo¨ (Efesios 4: 11,12). Pero también es cierto que el obrero cristiano tiene el deber de capacitarse cada día más, y esto implica el uso y el ejercicio del intelecto: ¨Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza. No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio¨ (I Timoteo 4: 13,14). Esto quiere decir que Dios nos da los talentos, pero que nosotros tenemos el deber de cultivarlos, y prepararnos para usarlos cada vez mejor.

Mientras más actualizados estemos en el área en la que Dios nos ha puesto a trabajar, mayores serán las garantías para las personas a las que ministramos y mejores serán los resultados de nuestra labor. Y esto no implica de ninguna manera que el don o los dones de Dios sean incompletos, sino que esos dones que nos han sido dados en forma potencial, van siendo desarrollados en nosotros de manera gradual y de acuerdo a nuestro interés, capacitación y dedicación. Esto mismo ocurre con los dones naturales, están ahí en nosotros desde que fuimos concebidos, pero nosotros tenemos el deber de estudiar y prepararnos para ejercerlos lo mejor posible.

En la lid del Señor se nos exige la excelencia y se nos demanda hacer mucho más de lo que se nos ha ordenado: ¨Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos¨ (Lucas 17:10).

La intelectualidad de Pablo no interfería con su espiritualidad, sino todo lo contrario, Dios obró al través de él múltiples milagros, y él mismo vio la mano de Dios protegiéndole de forma sobrenatural muchas veces. Ha sido precisamente la gran erudición de Pablo lo que ha inspirado a muchos hombres y mujeres a decidirse por Cristo, pues han visto en él, que en el ámbito cristiano hay un espacio importante para los intelectuales.

Tenemos una gran deuda con hombres y mujeres de Dios que han dedicado sus vidas al estudio profundo de la teología bíblica y sistemática, y nos han legado no sólo sus magníficas exégesis, sino que han sido celosos guardianes a quienes Dios ha usado para salvaguardar la integridad de la Biblia en este mundo.

2.- La Educación y la Instrucción Preparan al Cristiano Para Un Mejor Testimonio en el Mundo.

La educación y la instrucción formal son importantes en el desarrollo intelectual de los individuos. Aparte de toda la cultura general que se adquiere, existe la sistematización del conocimiento, el cual es compartido mediante métodos que permiten un mejor logro de resultados y de asimilación. En cada una de las etapas del desarrollo cognoscitivo (básica, media y universitaria) las personas ejercitan su intelecto hasta llevarlo a niveles de crecimiento que le permitan comportarse como individuos independientes y conscientes de la realidad en que viven. En este sentido, el cristiano tiene mayor responsabilidad, pues su deber de compartir su fe y de llevar a los hombres a Dios, le obligan a vincularse con toda la sociedad, desde los menos letrados hasta los más entendidos.

Aunque algunos cristianos, como ocurre con algunas personas del mundo, no llegasen a los niveles de intelectualidad requeridos, cada uno debe hacer el esfuerzo por lograr la superación personal. Esto supone una preocupación departe de las iglesias en favor de sus feligreses, de por lo menos erradicar el analfabetismo de sus filas. Esta preocupación debe ser extendida a los de afuera, por medio de la creación de centros educativos, institutos y universidades en donde se ofrezca una formación integral cristiana. Las iglesias que ejercen este ministerio contribuyen grandemente con la salud espiritual de la sociedad, al preparar profesionales con criterios cristianos, muchos de los cuales llegan a tener un genuino encuentro con Dios durante su desarrollo intelectual.

Cuando podemos influenciar a un individuo desde su niñez con la Palabra de Dios, y podemos tener la oportunidad de inculcar en él los principios cristianos; aunque sucedieran mil cosas que lo aparten del camino, tarde o temprano recapacitará por la acción del poder de Dios y volverá por las sendas antiguas: ¨Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él¨ (Proverbios 22:6).

La oportunidad que las iglesias tienen de instruir a los niños, jóvenes y adultos en la escuela dominical, no debe ser desaprovechada, sino que se debe ser mucho más agresivo en el uso de este recurso como una agencia evangelística, que al mismo tiempo se presenta como una ocasión para que maestros y alumnos se preparen intelectualmente, ya que los materiales didácticos que las editoras cristianas preparan son de un alto valor educativo.

3.- La Educación y la Instrucción Capacitan al Obrero Cristiano Para Servir al Señor y al Mundo.

Muchos son los que han sido llamados a ejercer el ministerio desde diferentes perspectivas, y por esto hoy en día las instituciones educativas cristianas que se ocupan de la capacitación y educación religiosa ofrecen múltiples opciones, según sea el tipo de ministerio a realizar. Aunque se puede adquirir de forma personal el conocimiento, no todos tienen la disciplina necesaria para aprender mediante este método autodidacta, y por eso necesitan inscribirse en el seminario o la universidad. Además, si una persona desea que le sea reconocida su capacidad intelectual, es necesario que se matricule en la universidad.

La preparación intelectual del ministro cristiano no garantiza del todo que este sea inmune a los errores doctrinales y a muchas corrientes espiritualistas modernas que tanto daño están haciendo a las iglesias en el día de hoy. Lo que libra al maestro de la Biblia, al predicador y al creyente común de la ignorancia de su fe, es que sea un buen conocedor de la Biblia en sí misma, que tenga un buen tiempo devocional con Dios y que dedique tiempo de calidad en el estudio personal de la Biblia. En todo caso, la sanidad de nuestra doctrina depende mucho más del origen de nuestra conversión y de los primeros pasos en nuestra instrucción discipular. Lo primero que se nos enseña es lo que marcará nuestro historial de vida cristiana, por eso debemos tener cuidado de lo que enseñamos a los nuevos creyentes.

El pastor o predicador de la Biblia tiene la urgente necesidad de nutrirse lo mejor posible, mucho más si está sirviendo en una congregación compuesta por personas de diferentes niveles educativos. Sus mensajes deben estar a la altura de sus oyentes, y debe procurar llenar las expectativas de cada uno en la medida de lo posible.

Muchas iglesias, al igual que el mundo, en muchos de sus segmentos, sufren el síndrome de la ¨vuelta a los brujos¨. Hoy hay muchos predicadores que procuran entretener a su auditorio con ¨artes mágicas¨ y ¨pensamiento positivo¨ antes que decir pura y simplemente la Palabra de Dios. Muchos pasan por el seminario, pero el seminario no pasa por ellos. Están más interesados en métodos que den resultados inmediatos que en enseñar la verdad.

En definitiva, el cristiano que dedica tiempo al estudio en todos los órdenes, estará mucho más capacitado para hablar con propiedad acerca de lo que cree y presentar defensa de su fe en cualquier terreno, y además no será un individuo escurridizo y temeroso en medio de tantas voces disidentes que se levantan en contra del cristianismo: ¨sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros¨ (I Pedro 3:15).

Leandro González


Mensaje predicado en la Primera Iglesia Bautista de Mao, República Dominicana, el 13 de Junio de 2010.

lunes, 7 de junio de 2010

LA LIBERTAD RELIGIOSA

Hechos 4:20

¨Porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído¨.

Una de las razones porqué Adán y Eva pecaron es porque tenían libertad de conciencia. Cuando Dios hizo al hombre, la Biblia nos dice que lo hizo ¨a su imagen y semejanza¨: ¨Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó¨ (Génesis 1:27). Entre otras cosas esto quiere decir que el hombre fue hecho con la capacidad de pensar, y también significa que el hombre tenía la capacidad de discernir, de tomar sus propias decisiones. Dios no hizo un autómata o robot programado para que respondiera automáticamente sólo a sus decisiones. Aunque Dios le dijo al hombre lo que era bueno y lo que era malo, y le dio instrucciones acerca de la conducta que debía tener, pero lo dejó en libertad de decidir qué acciones tomar. Si el hombre no hubiera tenido esta libertad, es seguro que no hubiera podido pecar.

Dios hizo al hombre así, porque él no desea tener criaturas que sean fieles a él por imposición, sino criaturas que deseen ser fieles a él porque conscientemente le aman y desean serles obedientes, que se sienten bien siendo hijos de El. Dios hizo al hombre así, porque quería crear un ser con dignidad propia, un ser responsable, capaz de responder por sus acciones. Es por esta capacidad que Dios nombra al hombre como mayordomo del planeta que puso a sus pies: ¨Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies: Ovejas y bueyes, todo ello, y asimismo las bestias del campo, las aves de los cielos y los peces del mar; todo cuanto pasa por los senderos del mar¨ (Salmos 8:6-8).

El hombre también es consciente de las consecuencias de sus malos actos. El hombre actúa sabiendo lo que le espera como resultado de sus actos, y esto es algo que Dios le ha manifestado. Dios ha puesto en el hombre una conciencia moral que le dice lo que es bueno y lo que es malo. Así que, en lo más profundo de su ser, el hombre sabe cuándo está haciendo algo que es malo y cuándo está haciendo algo que es bueno. Sólo los seres humanos podemos ser sujetos a los que se les puede demandar una conducta moral, cosa que no podemos demandar de los animales o de los vegetales, por ejemplo. Todo esto nos habla de la gran diferencia que existe entre un ser humano y un animal.

Es por este motivo que creemos en la prerrogativa humana de la libertad religiosa. Y es también por esto que condenamos el hecho de que el gobierno dominicano tenga un acuerdo con el Estado Vaticano para imponer la religión católica romana como la religión del Estado. El Estado como entidad debe ser neutral en asuntos de conciencia religiosa, pues el Estado está compuesto por individuos e instituciones de diferentes credos religiosos e ideas filosóficas. El Estado deja de ser democrático cuando determina una religión o una filosofía a seguir. Esta cuestión es una herencia de nuestro patricio Juan Pablo Duarte que no compartimos, aunque lo hizo de buena fe, porque pensaba que era lo mejor para la nación, pero al hacerlo actuó de forma paternalista. Este es el texto extraído del Ideario de Duarte, el cual transcribimos aquí para su conocimiento: ¨La religión predominante en el Estado deberá ser siempre la Católica, Apostólica, sin perjuicio de la libertad de conciencia y tolerancia de cultos y de sociedades no contraídas a la moral pública y caridad evangélica¨ (Ideario de Juan Pablo Duarte). En una sociedad organizada no se puede imponer a individuos adultos las decisiones que tienen que ver con su conciencia religiosa; ya que esto no es función del Estado, sino que es un privilegio único de cada individuo en particular. Basta con hacer constar en la constitución que toda persona tiene derecho de profesar la religión que desee, siempre y cuando no lesione la moral y las buenas costumbres. El Estado no debe inmiscuirse en asuntos de creencia de los ciudadanos y mucho menos debe favorecer a ninguna religión en particular, porque esto siempre irá en detrimento de las demás religiones.

El ser humano es religioso por naturaleza, como ha dicho alguien: ¨Sin religión, lo mismo que sin corazón, el hombre no puede vivir¨ Por lo tanto es inmoral que el ser humano sea condenado a la obligación de someterse a una religión impuesta. Aún los ateos tienen su propia religión que debe ser respetada, su religión es no creer en Dios, la incredulidad, y la profesan con mucha vehemencia. Aunque el ateo lo vea de otra manera, la verdad es que su ateismo es su religión, cuya doctrina es la negación de Dios. Allá los ateos con su creencia, siempre y cuando no impidan a los demás tener su propia fe. Los cristianos tenemos que estar de acuerdo con el pluralismo ideológico, también nosotros somos parte de ese conjunto de pensamientos y creencias. Aún cuando sabemos que la verdad está en la Biblia, los cristianos somos consciente de que no podemos imponerla a ninguna persona o cultura; pero tampoco podemos permitir que ninguna persona nos diga qué creer y como adorar a Dios.

Basados en esta preocupación de la libertad religiosa, me permito plantear los siguientes tres postulados
1.- Toda Persona Tiene Derecho de Creer lo que Quiera.

Vivimos en un mundo pluralista. Es contraproducente que a estas alturas haya quien pretenda imponer sus ideas, pero sucede con mucha frecuencia. Aun muchos que defienden la filosofía del relativismo con respecto a la verdad, y que están en contra de la contundencia de la verdad bíblica, procuran a toda costa impedir la difusión de la idea de la verdad absoluta. Su prédica relativista comulga muy bien con las ideas materialistas y la concepción de la existencia desde una perspectiva atea, y plantean la teoría de la evolución como un hecho científico, sabiendo que es algo que no ha podido ser probado. Además, se niegan a aceptar que se enseñe en las escuelas y universidades el relato bíblico de la creación, pero no tienen problemas que se enseñe la evolución. Son relativista para lo que les conviene, pero en el fondo son extremistas que tienen la maligna intención de imponer su criterio evolucionista por encima de la razón.

La Declaración de los derechos humanos garantiza la libertad de culto. Nadie tiene derecho sobre lo que otra persona debe creer. Como hemos comentado en otra ocasión, ni aún Dios priva al hombre de esa prerrogativa que es parte de su dignidad como persona humana.

Por causa de este derecho de la libertad de culto, inherente al ser humano en la sociedad, un derecho que faculta a todo individuo como un ente pensante, la historia registra grandes enfrentamientos, provocados por extraordinarios cismas religiosos, como la Reforma Protestante, que se han suscitado, y que han dado origen a beneficiosos cambios para el crecimiento de la conciencia de los individuos y para el desarrollo de las civilizaciones.

Por causa del derecho a pensar libremente existe el denominacionalismo, que permite que cada uno elija de cual lado de una religión particular desea estar, y cuál estilo o forma de adorar prefiere para expresar su fe. Esto naturalmente plantea el riesgo del sectarismo y de la distorsión de la verdad, pero este riesgo es preferible al hermetismo y al absolutismo de una religión única, que coarte el derecho de la libre expresión y difusión del pensamiento. Es hasta científico abrirse a la libertad del debate de las ideas, porque esto puede dar como resultado la madurez y la firmeza de lo que se cree. Como seres humanos libres, siempre surgirán desacuerdos que deben ser planteados y analizados a la luz de una discusión abierta y responsable.

No se debe temer a los debates, pues la verdad siempre saldrá a la luz. Siempre habrá quienes querrán estar del lado del error, y aún ellos tienen derecho de plantear sus puntos de vista y defender su cosmovisión. En un debate se desnuda el error y se reafirma la verdad. Los cristianos sabemos lo que creemos y debemos estar tranquilos y seguros con ello, y no podemos permitir que nadie nos prive de nuestro derecho de creer a la verdad de la Biblia.

2.- Toda Persona Tiene Derecho a Difundir y Enseñar lo que Cree.

El derecho de difundir y enseñar lo que se cree debe ejercerse dentro de un clima de respeto, y observando siempre una conducta que no sea lesiva a la sociedad en general, ni a la dignidad de las demás personas. Debe ser un ejercicio que no violente los derechos de los demás, ni atente contra el buen comportamiento. El derecho que uno tenga a creer, difundir y enseñar lo que cree no debe entorpecer la paz ciudadana, ni dañar de alguna forma la integridad física o moral de los individuos. Pero tampoco se debe esgrimir argumento improcedente como excusa para impedir que alguien exprese lo que cree o tenga derecho a proclamar sus creencias con toda libertad.

Este derecho de difundir y enseñar lo que se cree, no plantea el uso de la fuerza y la coerción para obligar a individuos y a sociedades o culturas a aceptar una religión. El Islamismo plantea lo que ellos llaman la Yijad o guerra santa para imponer su religión a los ¨infieles¨ como ellos llaman a los que no son musulmanes como ellos. Los católicos también han empleado este método en el pasado para imponer su religión, recordemos Las Cruzadas. Los españoles, en su expansión colonialista en las Américas, impusieron la cruz por medio de la espada a los aborígenes, cometiendo genocidio contra los que se negaron a someterse a la nueva religión. En este afán por obligar a los hombres a aceptar la fe, se han llevado a cabo las más abusivas campañas, y se han planteado los más descabellados procedimientos, que son contrarios totalmente al espíritu de amor de nuestro Señor Jesucristo. Agustín de Hipona, el famoso San Agustín, por ejemplo, llegó a decir: ¨ que si los herejes, los cismáticos (y por el contexto también miembros de otras religiones, judíos o paganos) no quieren comprender las bellezas y verdades del cristianismo, habrá que decidirse a hacerles la guerra¨ (en la Réplica a Gaudencio - Tomado de Wikipedia).

Jamás podemos estar de acuerdo con imponer una religión a ninguna persona, aunque esa religión sea la nuestra. Con la excusa de convertir a los habitantes originarios de nuestra isla La Española, los colonialistas dieron un trato inhumano a los indígenas nativos, crueldades que concitaron la aguerrida ofensiva de frailes tan valientes como Fray Antón de Montesinos. Es muy famoso su Sermón de Adviento de 1511, en el que denuncia con firmeza la maldad de los oficiales españoles: ¨Para os los dar a conocer (los pecados contra los indios) me he subido aquí, yo soy voz de Cristo en el desierto de esta isla y, por tanto, conviene que con atención no cualquiera, sino con todo vuestro corazón y con todos vuestros sentidos la oigáis; la cual será la más nueva que nunca oísteis, la más áspera y dura y más espantable y peligrosa que jamás pensasteis oír... Esta voz dice que todos estáis en pecado mortal y en él vivís y morís, por la crueldad y tiranía que usáis con estas inocentes gentes. Decid ¿con qué derecho y con qué justicia tenéis en tan cruel y horrible servidumbre a estos indios? ¿Con qué autoridad habéis hecho tan detestables guerras a estas gentes que estaban en sus tierras mansas y pacíficas, donde tan infinitas de ellas, con muertos y estragos nunca oídos, habéis consumido? ¿Cómo los tenéis tan opresos y fatigados, sin darles de comer ni curarlos de sus enfermedades, que de los excesivos trabajos que les dais incurren y se os mueren, y por mejor decir los matáis por sacar y adquirir oro cada día? ¿Y qué cuidado tenéis de quien los doctrine, y conozcan a su Dios y Criador, sean bautizados, oigan misa, guarden las fiestas y los domingos? Estos, ¿no son hombres? ¿No tienen ánimas racionales? ¿No sois obligados a amarlos como a vosotros mismos? ¿Esto no entendéis, esto no sentís? ¿Cómo estáis en tan profundidad, de sueño tan letárgico, dormidos? Tened por cierto, que en el estado en que estáis, no os podéis más salvar, que los moros o turcos que carecen y no quieren la fe de Jesucristo. Ego vox clamantis in deserto¨ (Fragmento del Sermón en Defensa de los Indios en Dominicos.org - tomado de Wikipedia).

Nuestro Señor Jesucristo nos dio la orden de hacer discípulos en todas las naciones, y nos dijo cuál era el método, no es con la espada, sino con la predicación del evangelio del amor: ¨No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos¨ (Zacarías 4:6).

3.- Toda Persona Tiene Derecho a Defenderse de Cualquier Fuerza Que Atente Contra su Libertad de Creencia.

El primero que está en contra de toda fuerza opresora que impida la libertad de conciencia, es Dios. Dios es el defensor de los que son reprimidos en el mundo por causa de sus creencias, a los que se les coarta su derecho a privilegios esenciales. Los cristianos debemos oponernos a cualquier tipo de represión contra alguna persona o grupo por causa de su creencia, pues hemos sido perseguidos a lo largo de toda la historia por creer en Jesucristo.

Los cristianos no podemos detener la expansión del evangelio en el mundo por temor a la represión que se haga en contra de nuestra fe, ya sea por parte de algún gobierno o departe de alguna religión. Desde el principio los creyentes en Jesucristo han tenido que batallar fieramente por el derecho de difundir y enseñar el evangelio de Jesucristo. El apóstol Pablo nos dice como tuvo que lidiar contra grandes obstáculos para llevar el evangelio al mundo: ¨Si como hombre batallé en Efeso contra fieras¨ (I Corintios 15:32).

El propio apóstol Pablo nos da una descripción de cómo el cristiano debe vestirse de toda la armadura de Dios para lidiar en la guerra espiritual contra las huestes espirituales de maldad que se oponen al avance del evangelio en el mundo: ¨Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos; y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio, por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar¨ (Efesios 6:12-20).

Satanás es quien ha estado detrás de todo intento por acallar la voz de la verdad y privar así al hombre de conocer a Jesucristo y ser salvo. El anticristo desatará una persecución final contra los creyentes para impedir que ejerzan su fe con libertad, pero Dios enviará su ayuda desde lo alto para proteger a los suyos en esta grande hora de prueba.

Leandro González.
Sermón predicado en la Primera Iglesia Bautista de Mao, República Dominicana, el 6 de junio de 2010.

VIDEO DEL MENSAJE

LO QUE UN JOVEN PUEDE LLEGAR A SER

Génesis 39: 23b

¨Porque Jehová estaba con José, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba¨.

Hoy mi mensaje es para los jóvenes. Creo que es necesario que dediquemos más tiempo a la juventud y que más personas que tienen el llamado de Dios para trabajar con ellos asuman su responsabilidad. La sociedad se está cayendo a pedazos y hay muchos jóvenes que están desperdiciando sus vidas aún dentro de las iglesias.

Estoy asombrado que la mayoría de las personas que pueblan nuestras cárceles acusados de diversos delitos, y especialmente relacionados con drogas, son jóvenes. Muchos de ellos no llegan a los veinte años. Una gran cantidad de atracos y asesinatos son cometidos por adolescentes. La iglesia puede salvar a muchos muchachos que están en esta condición y hacer que baje esta estadística de muerte y destrucción.

Todos sabemos que hay un gran mal que afecta al mundo entero, y es el narcotráfico. Muchos centros de atención a personas con problemas de drogas están repletos de niños con problemas de adicción, y muchos crímenes son cometidos bajo los efectos de narcóticos.

Este es un problema que tiene su origen en la familia, estas son cosas que se aprenden en casa. Hay muchas de esas vidas que lamentablemente no se vislumbra una solución para ellos. Alguno podrá ser alcanzado con la gracia de Dios como pasó con el ladrón de la cruz en el último momento de su vida. Es posible que algunos logren ser restaurados y reinsertados en la sociedad con los programas de rehabilitación que existen por parte del Estado. Pero el problema es mucho más complejo, pues vivimos en una sociedad donde las instituciones llamadas a combatir el crimen y la delincuencia, han dado indicios de complicidad con los males que están llamados a combatir, y siendo así, la lucha contra la criminalidad se vuelve infructuosa.

Es por todo esto que debemos trabajar con tesón para salvar a los que todavía no han sido contaminados. Debemos luchar por formar una nueva generación de hombres y mujeres con un carácter firme contra el mal. Y esos hombres y mujeres que la sociedad y el mundo necesitan tienen que salir de las iglesias, de familias verdaderamente cristianas. Es posible que algunos que están empezando ahora a dar malos pasos puedan ser corregidos antes de que se pierdan definitivamente.

A los jóvenes que están aquí les digo que llegó el momento de que comiencen a verse como Dios los ve. Dios tiene un plan y un propósito especial en tu vida, así que estás a tiempo para comenzar de nuevo. Es por esto que esta noche te invito a ver lo que un joven puede llegar a ser, y quiero que lo veamos a la luz de la vida de José.

1.- Un Joven Puede Llegar a Ser El Mejor Hijo Que Unos Padres Puedan Tener.

El día que José nació en el hogar de sus padres, Jacob y Raquel, ella dijo: ¨Dios ha quitado mi afrenta¨ (Génesis 30:23). Esta mujer estaba angustiada porque no podía tener hijos, y Dios le concedió la dicha de ser madre, y esto trajo sosiego y paz a su corazón.

Cuando tú naciste trajiste dicha al seno de tu hogar, no naciste para ser una afrenta, naciste para ser el orgullo de la familia, y tus padres siguen esperando que siga siendo así. Cuando eras un bebé, tu madre te tomó en sus brazos y te cuidó, te amamantó. Y tanto para ella como para tu padre, has sido siempre una gran esperanza. Ellos han puesto en ti todo el empeño del que han sido capaces; se puede decir que han apostado a ti, por lo tanto tú no debes defraudarles, debes ser el hijo o la hija que ellos desean que tú seas.

Tus padres esperan de ti respeto, que seas una persona decente, que tomes en cuenta las instrucciones que desde niño has recibido, que seas un joven creyente como se te ha enseñado desde pequeño, como dice la Biblia que fue instruido Timoteo: ¨Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús¨ (2 Timoteo 3:14,15). Tus padres esperan de ti que sigas sus pasos en los caminos del Señor. No importa cuál sea la carrera que elijas, tus padres esperan de ti que estés involucrado en algún ministerio dentro de tu iglesia, quieren verte ocupado en las cosas del Señor.

José fue un hijo ejemplar, era el orgullo de su padre. Tú puedes ser el orgullo de tus padres; cada hijo puede llegar a serlo con su forma especial de ser cuando cumple su rol y sabe ganarse el cariño de sus padres, porque cada hijo de alguna manera es especial para sus padres. Pero los hijos deben tener buen comportamiento, para así ganarse el aprecio y alabanza de sus padres. José era muy querido de su padre por muchas razones. ¿Cuáles son las razones porqué piensas que puedes ser muy querido y amado por tus padres? ¿Crees que tu forma de ser y de comportarte te hacen merecedor del cariño y aprecio de tus padres? ¿O piensas que hay ciertas actitudes en ti que justifican que tus padres no se sientan tan contentos contigo? En todo caso, quien tiene el deber de agradar a sus padres, eres tú.

Cada hijo debe procurar ser el mejor hijo que unos padres puedan tener. No basta con la alegría que tú diste al nacer, al paso de los años es necesario que justifiques tu existencia en este mundo y tu pertenencia a una familia. Si haces lo bueno, serás alabado, pero si haces lo malo, recibirás la retribución debida. Debes ocuparte en dar la mayor satisfacción a tus padres.

2.- Un Joven Puede Llegar a Ser El Mejor Hermano Que Se Puede Tener.

José era parte de una familia sui generis, o sea, muy especial. El formaba parte de lo que después se convertiría en el pueblo de Israel. Por ese motivo y por otros muchos, aquella era una familia muy especial. El padre de José, Jacob, había procreado sus hijos con muchas mujeres: con sus dos esposas que eran hermanas, y con las siervas o esclavas de éstas. Pero, aunque todos esos muchachos fueron criados juntos, nació entre ellos una rivalidad con la que el padre tendría que lidiar toda su vida. Esta era una consecuencia del estilo de vida que este hombre eligió según su costumbre ancestral, pero que Dios no aprobaba.

Nosotros sabemos que lo que Dios aprueba es que un hombre se case con una sola mujer y así formen una familia. El propio Señor Jesucristo lo reafirma en el Nuevo Testamento: ¨pero al principio de la creación, varón y hembra los hizo Dios. Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino uno¨ (Marcos 10:6-8). Lo que se hace fuera de esto es siempre contrario a lo que Dios ha establecido, y provocará conflictos tan serios como el que se provocó cuando Abraham, en su intento de ayudar a Dios, tuvo un hijo con la sierva de su esposa Sara. Este hecho ha traído tan graves consecuencias que perdura hasta el día de hoy: el conflicto árabe-israelí.

Había siempre disputas entre los hermanos de José por causa del amor especial que Jacob sentía por José. José, por su juventud y bondad, resultaba un ser ingenuo. El le contaba cosas a sus hermanos de las revelaciones de Dios que lo mostraban a él como el principal entre su familia, lo que acentuaba el desprecio que sentían contra él. Todo esto provocaba celos y odio contra su hermano, a tal punto que los llevó a pensar en cometer fratricidio, el cual fue evitado por uno de los hermanos. En cambio, decidieron a juicio de ellos, un mal menor: venderlo como esclavo. Así lo hicieron, y al padre lo engañaron diciéndole que una fiera había devorado a José.

José era un joven de apenas diecisiete años cuando sus hermanos cometieron esta crueldad contra él: ¨Esta es la historia de la familia de Jacob: José, siendo de edad de diecisiete años, apacentaba las ovejas con sus hermanos; y el joven estaba con los hijos de Bilha y con los hijos de Zilpa, mujeres de su padre; e informaba José a su padre la mala fama de ellos¨ (Génesis 37:2).

Lo vendieron a unos mercaderes por veinte piezas de plata: ¨Y cuando pasaban los madianitas mercaderes, sacaron ellos a José de la cisterna, y le trajeron arriba, y le vendieron a los ismaelitas por veinte piezas de plata. Y llevaron a José a Egipto¨(Génesis 37:28). Por esto y por muchas similitudes de la vida de José con la de Jesús, se ha llegado a identificar a éste como un tipo de Cristo. Jesús fue vendido por uno de los doce por treinta piezas de plata: ¨y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le asignaron treinta piezas de plata¨ (Mateo 26:15).

Los mercaderes que compraron a José lo vendieron a un oficial del faraón de Egipto, llamado Potifar, el cual vio cualidades especiales en José, y por este motivo lo colocó en la administración de su casa, lo hizo el hombre de su absoluta confianza. Noten ustedes como la Biblia nos dice que a pesar de toda la maldad que sus hermanos hicieron contra él, Dios estaba con él; y esto era tan evidente, que hasta los impíos se daban cuenta de ello: ¨Y vio su amo que Jehová estaba con él, y que todo lo que él hacía, Jehová lo hacía prosperar en su mano¨ (Génesis 39:3).

Pero Satanás se había ensañado contra José. De igual forma, Satanás se ensañará contigo siempre que hagas lo correcto, pero tú sigue adelante confiando sólo en Dios. La esposa de Potifar se ilusionó de tal forma con José que lo asediaba constantemente para que éste satisficiera sus deseos pasionales. Pero José se mantuvo firme en sus convicciones. Al verse rechazada, ella lo calumnió de tal manera, que fue a parar a la cárcel. Pero aún en la cárcel Dios seguía estando con él: ¨Pero Jehová estaba con José y le extendió su misericordia, y le dio gracia en los ojos del jefe de la cárcel¨ (Génesis 39:21). Si tú eres fiel a Dios, Dios siempre estará contigo en toda circunstancia. Vemos como José aún en la cárcel se ganó la confianza del carcelero, el cual lo puso al cuidado de todos los presos: ¨Y el jefe de la cárcel entregó en mano de José el cuidado de todos los presos que había en aquella prisión; todo lo que se hacía allí, él lo hacía¨ (Génesis 39:22).

La historia de esta infamia cometida por unos hermanos contra otro, termina de una manera espectacular. Como nos dice la Biblia, sus hermanos quisieron hacerle un daño, y se puede decir que se lo hicieron sin lugar a dudas, porque lo separaron de su padre y de su hermano Benjamín por largos años; pero Dios transformó todo esto en bendición, tal y como ocurre siempre con los hijos de Dios: ¨Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados¨ (Romanos 8:28).

Andando el tiempo José llegó a ser el gobernador de todo Egipto. Fue de victoria en victoria en medio de todas las calamidades que le acontecieron. ¿A quién no le gustaría tener un hermano que llegara a ser presidente o por lo menos ministro del gobierno? Los hermanos de José no pensaron que volverían a verlo, y mucho menos que José llegaría a ser el personaje tan importante que llegó a ser en la nación más poderosa de la tierra. Después del faraón, José era el hombre más importante de todo Egipto.

La grandeza de José estaba en que a pesar de todo el mal que sus hermanos le hicieron, él tuvo un corazón perdonador para con ellos. ¿A quién no le gustaría tener un hermano con un corazón como el de José? Sus hermanos se llenaron de terror al darse cuenta después de muchos años, que su hermano, al que ellos habían vendido, era ahora el ministro de haciendas de Egipto. Ahora sabían que sus vidas no valían nada. Pero se equivocaron al juzgar a su hermano según la propia condición de ellos. José no era la clase de persona que guarda rencor. José dio la más noble respuesta que se puede dar a personas que han cometido un gran daño: ¨Y les respondió José: No temáis; ¿acaso estoy yo en lugar de Dios? Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo. Ahora, pues, no tengáis miedo; yo os sustentaré a vosotros y a vuestros hijos. Así los consoló, y les habló al corazón¨ (Génesis 50: 19-21).

José era una persona con un alto concepto de la familia. Además, él estaba comprometido con Dios, y sabía que Dios lo había elegido no para que destruyera a su familia, sino para salvarla. ¡Cuánto tiene que aprender esta sociedad torcida de este personaje! ¡Cuánto tenemos todos que aprender de José de lo sagrado de la familia! Así que tú como José debes procurar ser el mejor hermano que se pueda tener. Debes comportarte a la altura de un hijo de Dios, no rebajarte al nivel de los hijos de Satanás. ¡Cuán agradecidos se deben sentir los judíos de José! El fue un instrumento escogido por Dios para preservar a la nación hebrea. ¿Piensas que has hecho algo por lo que tus hermanos se deban sentir orgullosos de ti?

3.- Un Joven Puede Llegar a Ser El Mejor Ejemplo Que la Sociedad Pueda Exhibir.

José era una persona visionaria, tenía un don especial. Cada persona ha recibido de Dios, al ser procreado, dones naturales; y cuando ha nacido de nuevo, cuando se ha convertido, ha recibido de Dios, por lo menos un don espiritual. José tenía ambas categorías de dones: tenía habilidades como administrador y tenía el don de ver el futuro, de ser un profeta, un hombre visionario. ¿Cuál es la diferencia entre José y muchos otros jóvenes en el día de hoy? Que José usaba sus dones, los que Dios le había dado, y estaba feliz y realizado con ellos. Si usas los dones y talentos que Dios te ha dado y los perfeccionas con el estudio, la dedicación y la consagración, de seguro que lograrás resultados similares a los de José, y serás de gran estima entre tus allegados. Tu reputación correrá como río y tus servicios serán demandados. Pero tienes que ponerle atención a lo que sabes hacer y preocuparte por hacerlo cada vez mejor.

Pero hay un aspecto en la vida de José que lo hace muy especial, y es su integridad. La honradez, la honestidad y la castidad son cualidades que definen a José a toda prueba, cualidades que hoy en día son menospreciadas, incluso por muchos jóvenes que se dicen ser cristianos. José tuvo dominio propio frente a las múltiples tentaciones que se le presentaron en la vida. José sabía como debe comportarse un hombre de Dios. Sabía que la vida no se debe regir por sentimientos, sino por principios. José era un individuo de principios bíblicos.

Los jóvenes cristianos saben como deben conducirse en la sociedad para alcanzar el favor de Dios, antes que el favor de los hombres. El joven cristiano no debe vivir bajo el parámetro de la sociedad, sino bajo el parámetro de Jesucristo, nuestro modelo a seguir. José hubiera podido hacer muchas cosas malas para alcanzar posiciones en la sociedad de Egipto, pero cuáles hubieran sido las consecuencias: Habría perdido el favor de Dios y no hubiera estado en las páginas de la Biblia como un gran héroe de la fe. José pagó el precio de ser fiel a Dios, y fue premiado por Dios por su fidelidad.

Esta sociedad precisa de hombres y mujeres que cambien la triste realidad moral y espiritual que vivimos. Los jóvenes cristianos son los llamados a demostrar mediante su integridad a toda prueba, que se puede cambiar esta bochornosa condición que se manifiesta en el ámbito político y social dentro de esta nación.

Nuestro país precisa de hombres y mujeres cristianos que sientan el llamado para involucrarse en una lucha contra el mal que nos arropa. Tú como joven puedes ser esa persona que esta sociedad necesita.

Leandro González
Mensaje predicado en la Iglesia Evangélica Asamblea de Dios de Mao, República Dominicana, el 5 de junio de 2010.

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