domingo, 15 de agosto de 2010

EL CONCEPTO BIBLICO DEL MATRIMONIO

Mateo 19:4-6

¨El, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre¨ (Mateo 19:4-6).

Digamos algunas palabras introductorias que nos pueden allanar el camino respecto del tema de hoy. Es importante que entendamos que el hombre es un ser sexual, fue hecho para vivir la sexualidad. La sexualidad, en aquellos que no tienen el don de la continencia, como dice el apóstol Pablo, es algo necesario, y se debe catalogar como un crimen el impedir a un hombre o a una mujer la satisfacción de una necesidad establecida por Dios. Pero esta actividad tan necesaria para el hombre se debe llevar a cabo siempre dentro del matrimonio.

El matrimonio es necesario dentro de lo que Dios ha establecido. Lamentablemente el hombre piensa que puede vivir de acuerdo a sus propias ideas y ha descartado el santo matrimonio, para vivir en unión libre, algo aborrecido por el Señor. Esta forma inmoral de vivir ha traído como consecuencia grandes desastres en la conformación de la familia y la sociedad. Este desprecio por las leyes de Dios es lo que ha ayudado a que existan tantos hogares disfuncionales. Esto implica que hay uniones entre personas que no se puede catalogar como familia.

Al considerar el tema del matrimonio, no podemos dejar de mencionar el famoso celibato dentro de la iglesia católica, el cual obliga a los que pertenecen al clero a no casarse. Aunque esta práctica pudiera tener además un interés administrativo y económico departe de la jerarquía de la Iglesia Católica, lo cierto es que su origen, muy antiguo por cierto, se halla en las ideas ascéticas que fueron introducidas en la iglesia como doctrina herética, y que consideraba todo lo físico como pecaminoso. La verdad es que dicho celibato obligatorio, ha sido generado por considerar de alguna manera el placer sexual como algo pecaminoso, aún dentro del matrimonio. Por causa de este celibato obligatorio, la iglesia católica se ha visto envuelta en bochornosos escándalos de pederastia y de relaciones ilícitas por parte de sus sacerdotes.

No obstante a esto, dentro de la iglesia católica, existe un movimiento que procura la abolición de esta restricción que atenta contra el legítimo derecho de la sexualidad. El famoso caso del padre Alberto Cutié, el cual ha colgado los hábitos para unirse en matrimonio, es una acción que demuestra la desesperación existente en esos hombres y mujeres que son obligados a renunciar al matrimonio.

Otra idea importante con relación al matrimonio es que, en el contexto bíblico neotestamentario no cuadra de ninguna forma el divorcio, pues Dios ha establecido el matrimonio como una institución llamada a ser estable dentro de la sociedad, las palabras del Señor Jesús corroboran lo que decimos: ¨El, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre¨ (Mateo 19:4-6).

Sin embargo, y aunque la indisolubilidad del matrimonio es el ideal de Dios, la verdad es que hasta el propio Jesucristo recomendaría el divorcio en un matrimonio donde exista violencia y la amenaza de una tragedia entre los ¨cónyuges¨. Pero si analizamos cada caso de los que son parte de la estadística mundial de violencia intrafamiliar, la estructura de estos supuestos hogares no obedece a lo que es una verdadera familia, no existe allí nada parecido a los que es un auténtico matrimonio.

Es mucho lo que hay que decir acerca de este tema. Así que, siendo el tema del matrimonio tan extenso, nos limitaremos solamente a las siguientes tres consideraciones que nos parecen de gran importancia:

1.- El Matrimonio Es Necesario Para Vivir la Sexualidad.

Los impulsos sexuales son algo natural en el ser humano, Dios puso en nosotros ese mecanismo ideal para nuestro goce, para cumplir el propósito relacional entre un hombre y una mujer, y para cumplir el propósito de la reproducción. Pero todo el desarrollo de ese potencial vital puesto en nosotros se debe realizar dentro del matrimonio.

Porque el ser humano no es un animal, no vive por instinto, sino que vive en base a principios, por este motivo, para poder satisfacer sus deseos sexuales, Dios ha establecido el matrimonio, el cual debe llevarse a cabo entre personas que hayan llegado a un estado de madurez, tanto física como emocional, como para asumir una responsabilidad de esa índole. Esto implica que para vivir la sexualidad a plenitud y sin impurezas, en un estado de limpieza y virtud, el hombre y la mujer están llamados por Dios a santificar su unión por medio del matrimonio.

De este principio bíblico de que el matrimonio es necesario para vivir la sexualidad, se desprende una condena rotunda a las relaciones homosexuales, a la fornicación o relaciones extramaritales y a la prostitución, o el uso del sexo como objeto comercial o lujurioso (en este grupo entra también la pornografía), cosas estas que de ninguna manera son aprobadas por Dios, pues el sexo, igual que todas las cosas que Dios ha dispuesto para los seres humanos, está encuadrado dentro de la ética que él ha establecido. Cuando nos apartamos de los parámetros dispuestos por el Creador, entramos en el campo de lo ridículo, nos volvemos necios y nos hacemos reos de muerte por causa su ira.

Aparte del excelente valor moral que imprimen a todo ser humano, pero de manera muy especial a los jóvenes, la pureza sexual y un alto concepto del matrimonio, esto los libra de importantes enfermedades venéreas y de la muerte prematura; pues muchos han sido malogrados a destiempo por no hacer caso a la Palabra de Dios y por vivir sobre la base de sus pasiones y deseos, sin control alguno.

El hacer caso a lo que la Biblia nos dice respecto de cómo debe ser nuestra conducta, nos garantiza una larga y provechosa vida.

2.- El Matrimonio es Necesario Para la Procreación.

Tener hijos como resultado de una relación casual, sin ningún compromiso y sin que medie el verdadero amor es considerado en la Biblia como pecado. En este sentido podemos decir sin temor a equivocarnos que hasta el concubinato rompe con lo que es el propósito de Dios, que es el santo matrimonio. Por este motivo, toda persona que se ha convertido debe procurar arreglar su estatus matrimonial para de esta manera cumplir con las leyes de Dios y las leyes de los hombres. Como hemos dicho ya, por la etimología de la palabra ¨matrimonio¨, este acto garantiza derechos a la mujer, como esposa y como madre. Entonces, la primera que debe exigir a su pareja respeto, es la mujer, y el hombre debe respetar por sí mismo a la mujer que ama y le ha dado hijos.

Existe una gran preocupación en ciertos círculos científicos por lo que pasaría en el mundo si se desatara una epidemia de infertilidad que daría al traste con la existencia de los humanos sobre el planeta. Por este motivo se han hecho películas como ¨Children of men¨ (Hijos de los hombres). En este film el protagonista busca proteger a una mujer joven de raza negra que es la única en todo el mundo que ha podido ser fertilizada y se hace imprescindible proteger su embarazo. Aunque en esta película no se ve preocupación alguna por la ética, sino que la única preocupación es salvar al bebé que nacerá, considerado la única esperanza de la humanidad, nos podemos dar cuenta en ella cuán importante es la unión entre un hombre y una mujer, pues son los únicos que pueden reproducir la especie. ¿Qué pasará en el mundo cuando el planeta sea invadido por otra epidemia que amenaza, la de los homosexuales?

Podemos darnos cuenta que la relación entre un hombre y una mujer es lo único que garantiza la perpetuidad de la especie, y si se hace por los medios correctos, criando hijos dentro del matrimonio y en un ambiente adecuado, esto salvará al mundo no sólo de la extinción de la especie, sino de la existencia de un mundo sin valores.

3.- El Matrimonio es Necesario Para Vivir Dentro del Orden.

Los creyentes estamos llamados a vivir en orden no en desorden, pues debemos ser ejemplo a los demás de lo que debe ser una vida digna y respetuosa.

Para ayudar a detener el avance de las uniones libres, en nuestra iglesia adoptamos el criterio de que si una persona que se ha convertido no es casada, hacemos todo lo posible para que se case. No queremos que una persona que va a formar parte de la iglesia esté viviendo desordenadamente. Hasta ahora no hemos tenido problemas para lograr que esto se lleve a cabo, pues ambos contrayentes siempre han estado de acuerdo. En el caso de que uno de los dos no sea creyente, nos acogemos a lo que enseña la Biblia en 1 Corintios 7: 12-14: ¨Y a los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone. Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone. Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos¨.

Los novios cristianos deben cuidarse y evitar el tener relaciones sexuales extramaritales, pues esto no es honroso y conllevará una serie de anomalías que se arrastrarán durante el matrimonio, como sentimientos de culpa, por ejemplo, que de alguna manera marchitará su relación tarde o temprano. Por este motivo, hay ciertas restricciones que los novios cristianos se deben imponer a ellos mismos, como son, evitar las caricias en los lugares de su cuerpo que pueden llegar a ser incontrolables, evitar los lugares donde puedan estar absolutamente solos, y sobre todo entender que ser novios no implica ser esposos, que hay cosas de la intimidad que son exclusivas para cuando se casen. Esto dará mayor sentido a su noviazgo y les preparará para un pronto y feliz matrimonio.

En la Biblia tenemos el ejemplo de noviazgo de José y María, ellos habían permanecido castos hasta el matrimonio. A pesar de que María estaba deposada o comprometida con José, es evidente que ellos habían tenido control de su sexualidad hasta que se casaron y hasta que Jesús naciera: ¨ Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS¨ (Mateo 1:25).

Honremos a Dios en nuestros matrimonios y traspasemos estos principios esenciales de la fe cristiana a nuestras generaciones, para la gloria de Dios y para nuestra propia felicidad.

Leandro González



Sermón predicado en la Primera Iglesia Bautista de Mao, República Dominicana, el 15 de agosto de 2010.

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