Isaías
7:14
¨ Por tanto, el Señor
mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y
llamará su nombre Emanuel¨.
La palabra Navidad viene
del latín ¨Nativitas¨, que significa ¨nacimiento¨. Lo más importante de la
Navidad no es el día en el que se celebra, sino lo que se celebra en sí, que es
el nacimiento de Jesucristo.
La Navidad conmemora un
hecho único en la historia, y es que
Dios mismo vino al mundo en forma humana. El apóstol Juan en su evangelio de
Jesucristo, nos dice lo siguiente, respecto de este acontecimiento sin
paralelo: ¨A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno
del Padre, él le ha dado a conocer.¨ (Juan 1:18).
El espíritu posmoderno
tiende a despreciar abiertamente todo lo
que se relacione de alguna manera con la Biblia, con Dios o con
Jesucristo. Es por esto que hoy muchas personas en el mundo desdeñan la
Navidad. En sociedades o culturas que por siglos se han considerado cristianas,
la gente no quiere que los involucren en fiestas que tengan que ver con
conceptos teológicos clave, como es el caso del nacimiento de Jesús.
Por lo general, todo el
que se opone a la celebración de la Navidad, dice oponerse a ello por ser una
celebración religiosa. Pero celebran Halloween, siendo esta también una fiesta
religiosa muy antigua.
En la fiesta pagana de
Halloween se festeja la muerte, mientras que en la Navidad celebramos la vida. Los
que se involucran en la celebración de Halloween prefieren celebrar la muerte
antes que la vida. Bueno, no es raro que los que celebran la muerte, no quieran
celebrar la vida.
Hoy en día muchos
comerciales no se refieren a esta fiesta como la Navidad, sino que se refieren
a ella como felices fiestas, sin mencionar para nada la palabra Navidad.
Es evidente que existe una
conspiración contra la Navidad y nosotros queremos rescatar en este sermón el
verdadero significado de la Navidad, para que al celebrarla, usted sepa lo que
en verdad es.
1.-
La Navidad no es la Celebración de una Época.
No celebramos la Navidad
en invierno porque sea la más hermosa época del año, sino que es la más hermosa
época del año, porque en ella celebramos la Navidad. Es la Navidad la que llena
de significado el frío ambiente invernal, desde un extremo del mundo hasta el
otro.
La navidad no es la
celebración de una época. La Navidad no es beber ron hasta emborracharse; no es
comer hasta sentirse mal; no es hacerse regalos unos a otros; no es colores
brillantes de rojo, dorado y verde; no es adornos ni arbolitos cargados de
luces multicolores y deslumbrantes. La Navidad no son los arreglos de belenes
con la cueva cargada de animales, que simulan el lugar donde el Señor vino a
nacer. ¡No!, la Navidad es mucho más que eso, pero muchísimo más, que cada uno
de nosotros debe alcanzar a comprender.
La Navidad es la
celebración de un acontecimiento: La Navidad nos habla del milagro de la
concepción virginal de Jesús, lo cual es el cumplimiento de una profecía tan
antigua como el hombre mismo: ¨ Y pondré enemistad entre
ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la
cabeza, y tú le herirás en el calcañar¨(Génesis 3:15). Estas son las palabras
del Señor dichas a Satanás, y en estas palabras proféticas Dios está hablando
del nacimiento de Jesús, quien vendría a obrar la salvación del hombre y la
destrucción definitiva del diablo.
Más adelante esta profecía
del nacimiento del Mesías se convertiría en una de las más controversiales y
codiciadas en la nación de Israel. Dios habría de encargarse de dar los
detalles claros y precisos acerca de una de las profecías más hermosas de toda
la Biblia: ¨ Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la
virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel¨ (Isaías
7:14). Ya sabemos que Emanuel quiere decir ¨Dios con nosotros¨, lo cual despeja
toda duda acerca de la divinidad de Jesús (Mateo1:23).
Podemos decir entonces que
la Navidad también significa salvación, ya que Jesús vino para salvar al mundo, y el nombre ¨Jesús¨ significa ¨Salvador¨: ¨ Y dará a luz un hijo, y
llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados¨ (Mateo
1:21).
El nacimiento del Mesías
en Belén de Judea, es un hecho que cambió para siempre el curso de la historia,
y eso es lo que celebramos en Navidad. Así que Navidad es mucho más que una
época.
2.- La Navidad nos Habla de Dios en Forma Humana.
Es a esto a lo que en
teología cristiana se le denomina la
encarnación de Dios. Esto significa que en Jesús Dios se hizo hombre. Pero él
no se hizo hombre para dejar de ser Dios, sino que en Jesús, Dios conserva su
naturaleza divina y humana.
Tampoco Dios se hizo
hombre para hacer a María una diosa, como muchos la tienen hoy en día, sino que
María fue el canal al través del cual él quiso venir al mundo, para ser
semejante a los hombres en todo, menos en el pecado.
Aunque Jesús nació de
María, él no tiene pecado, porque él fue engendrado de forma no convencional. En
su concepción no intervino ningún hombre, sino que fue la obra del Espíritu
Santo: ¨El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre
con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu
Santo¨ (Mateo 1:18).
El ángel visitó a María
para informarle acerca de los planes que Dios tenía con ella y de la manera
como habría de producirse el milagro del nacimiento de Jesús: ¨Al sexto mes el
ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a
una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y
el nombre de la virgen era María. Y entrando el ángel en donde ella estaba,
dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las
mujeres. Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué
salutación sería esta. Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado
gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo,
y llamarás su nombre JESÚS. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo;
y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de
Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Entonces María dijo al ángel:
¿Cómo será esto? pues no conozco varón. Respondiendo el ángel, le dijo: El
Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su
sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.
Y he aquí tu parienta Elisabet, ella también ha concebido hijo en su vejez; y
este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril; porque nada hay
imposible para Dios. Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase
conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia¨ (Lucas
1:26-38).
Este fue un hecho que
marcó para siempre la vida de esta pareja (José y María), y en este sentido
ellos fueron más que privilegiados, pues se les encomendó departe de Dios la
tarea de cuidar en este mundo, nada más y nada menos que, al Hijo de Dios. Es
por ello que tanto a José como a María Dios les dio las más firmes evidencias
de sus planes, para que no quedara ninguna duda en ninguno de ellos. Veamos la
visita que hizo el ángel a José para tranquilizarlo: ¨El nacimiento de
Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se
juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. José su marido, como
era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. Y pensando él en
esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de
David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado,
del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque
él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto aconteció para que se
cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: He aquí,
una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido
es: Dios con nosotros. Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del
Señor le había mandado, y recibió a su mujer. Pero no la conoció hasta que dio
a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS¨ (Mateo 1: 18-25).
Jesucristo es Dios en el
mundo con el hombre, cosa esta que es el anhelo de Dios, vivir con el hombre,
por eso nos dice la Biblia que Dios creará un cielo nuevo y una tierra nueva en
donde él mismo estará con nosotros: ¨ Y oí una gran voz del
cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará
con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios¨
(Apocalipsis 21:3). La Navidad nos dice que el hecho de que Dios venga a vivir
con nosotros es posible, y que la segunda venida de Cristo será una realidad,
así como lo fue su nacimiento.
3.-
La Navidad no es la Celebración del Niño Dios.
La Navidad no debe ser
celebrada para enfatizar el nacimiento del niño Dios, como muchos la denominan,
con el sentido de que existe una deidad con este nombre y que lamentablemente
muchos le son devotos, como es el conocido divino niño; que de divino no tiene
nada, ya que es un invento de los hombre, y no tiene nada que ver con lo que la
Biblia nos enseña.
La obra salvadora de Jesús
no fue realizada cuando era un niño, sino cuando él fue un adulto, por eso no
podemos hablar del niño Dios, como si en el cielo Jesús conservara su niñez.
Esto no es posible, ni siquiera con ninguno de los seres humanos famosos que ha
llegado a ser adulto, lo que se resalta de los individuos importantes de la
historia no es su niñez, sino lo que hicieron cuando crecieron y tuvieron una
participación activa en el mundo. No hablamos del niño Einstein o del niño
Lutero, ¿entonces, porqué hablar del niño Jesús, como del niño Dios, cuando en
realidad él no es un niño, y está en el cielo, no como el niño Dios, sino como
el Dios hombre que es, nuestro Salvador?
Así que no es correcto que
nos refiramos a Jesús como el niño Jesús, ni que los padres cristianos dejen
regalos a sus hijos en esta época de Navidad departe del niño Jesús, porque al
hacer esto, están contribuyendo a que este mito se propague y se haga parte de
la fe de los niños de la iglesia. Los niños deben ver a Jesús como su Señor y
Salvador, tal y como lo vemos los adultos. Hay muchas cosas de la práctica
cristiana que parecen muy románticas; pero tengamos cuidado, que detrás de ese
romanticismo está la ponzoña del diablo.
Nosotros debemos despejar
toda creencia errónea, aunque esta sea una tradición muy bonita.
Leandro
González
Mensaje
predicado en la Primera Iglesia Bautista de Mao, República Dominicana, el 23 de
diciembre de 2012.
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