lunes, 7 de enero de 2013

SIGNIFICADO DE LA NAVIDAD

Isaías 7:14
¨ Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel¨.

La palabra Navidad viene del latín ¨Nativitas¨, que significa ¨nacimiento¨. Lo más importante de la Navidad no es el día en el que se celebra, sino lo que se celebra en sí, que es el nacimiento de Jesucristo.

La Navidad conmemora un hecho único en la historia, y es  que Dios mismo vino al mundo en forma humana. El apóstol Juan en su evangelio de Jesucristo, nos dice lo siguiente, respecto de este acontecimiento sin paralelo: ¨A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.¨ (Juan 1:18).

El espíritu posmoderno tiende a despreciar abiertamente todo lo  que se relacione de alguna manera con la Biblia, con Dios o con Jesucristo. Es por esto que hoy muchas personas en el mundo desdeñan la Navidad. En sociedades o culturas que por siglos se han considerado cristianas, la gente no quiere que los involucren en fiestas que tengan que ver con conceptos teológicos clave, como es el caso del nacimiento de Jesús.

Por lo general, todo el que se opone a la celebración de la Navidad, dice oponerse a ello por ser una celebración religiosa. Pero celebran Halloween, siendo esta también una fiesta religiosa muy antigua.

En la fiesta pagana de Halloween se festeja la muerte, mientras que en la Navidad celebramos la vida. Los que se involucran en la celebración de Halloween prefieren celebrar la muerte antes que la vida. Bueno, no es raro que los que celebran la muerte, no quieran celebrar la vida.

Hoy en día muchos comerciales no se refieren a esta fiesta como la Navidad, sino que se refieren a ella como felices fiestas, sin mencionar para nada la palabra Navidad.

Es evidente que existe una conspiración contra la Navidad y nosotros queremos rescatar en este sermón el verdadero significado de la Navidad, para que al celebrarla, usted sepa lo que en verdad es.

1.- La Navidad no es la Celebración de una Época.

No celebramos la Navidad en invierno porque sea la más hermosa época del año, sino que es la más hermosa época del año, porque en ella celebramos la Navidad. Es la Navidad la que llena de significado el frío ambiente invernal, desde un extremo del mundo hasta el otro.

La navidad no es la celebración de una época. La Navidad no es beber ron hasta emborracharse; no es comer hasta sentirse mal; no es hacerse regalos unos a otros; no es colores brillantes de rojo, dorado y verde; no es adornos ni arbolitos cargados de luces multicolores y deslumbrantes. La Navidad no son los arreglos de belenes con la cueva cargada de animales, que simulan el lugar donde el Señor vino a nacer. ¡No!, la Navidad es mucho más que eso, pero muchísimo más, que cada uno de nosotros debe alcanzar a comprender.

La Navidad es la celebración de un acontecimiento: La Navidad nos habla del milagro de la concepción virginal de Jesús, lo cual es el cumplimiento de una profecía tan antigua como el hombre mismo: ¨ Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar¨(Génesis 3:15). Estas son las palabras del Señor dichas a Satanás, y en estas palabras proféticas Dios está hablando del nacimiento de Jesús, quien vendría a obrar la salvación del hombre y la destrucción definitiva del diablo.

Más adelante esta profecía del nacimiento del Mesías se convertiría en una de las más controversiales y codiciadas en la nación de Israel. Dios habría de encargarse de dar los detalles claros y precisos acerca de una de las profecías más hermosas de toda la Biblia: ¨ Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel¨ (Isaías 7:14). Ya sabemos que Emanuel quiere decir ¨Dios con nosotros¨, lo cual despeja toda duda acerca de la divinidad de Jesús (Mateo1:23).

Podemos decir entonces que la Navidad también significa salvación, ya que Jesús vino para salvar al mundo, y el nombre ¨Jesús¨ significa ¨Salvador¨: ¨ Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados¨ (Mateo 1:21).

El nacimiento del Mesías en Belén de Judea, es un hecho que cambió para siempre el curso de la historia, y eso es lo que celebramos en Navidad. Así que Navidad es mucho más que una época.

2.- La Navidad nos Habla de Dios en Forma Humana.

Es a esto a lo que en teología cristiana se le denomina  la encarnación de Dios. Esto significa que en Jesús Dios se hizo hombre. Pero él no se hizo hombre para dejar de ser Dios, sino que en Jesús, Dios conserva su naturaleza divina y humana.

Tampoco Dios se hizo hombre para hacer a María una diosa, como muchos la tienen hoy en día, sino que María fue el canal al través del cual él quiso venir al mundo, para ser semejante a los hombres en todo, menos en el pecado.

Aunque Jesús nació de María, él no tiene pecado, porque él fue engendrado de forma no convencional. En su concepción no intervino ningún hombre, sino que fue la obra del Espíritu Santo: ¨El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo¨ (Mateo 1:18).

El ángel visitó a María para informarle acerca de los planes que Dios tenía con ella y de la manera como habría de producirse el milagro del nacimiento de Jesús: ¨Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres. Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta. Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios. Y he aquí tu parienta Elisabet, ella también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril; porque nada hay imposible para Dios. Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia¨ (Lucas 1:26-38).

Este fue un hecho que marcó para siempre la vida de esta pareja (José y María), y en este sentido ellos fueron más que privilegiados, pues se les encomendó departe de Dios la tarea de cuidar en este mundo, nada más y nada menos que, al Hijo de Dios. Es por ello que tanto a José como a María Dios les dio las más firmes evidencias de sus planes, para que no quedara ninguna duda en ninguno de ellos. Veamos la visita que hizo el ángel a José para tranquilizarlo: ¨El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer. Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre JESÚS¨ (Mateo 1: 18-25).

Jesucristo es Dios en el mundo con el hombre, cosa esta que es el anhelo de Dios, vivir con el hombre, por eso nos dice la Biblia que Dios creará un cielo nuevo y una tierra nueva en donde él mismo estará con nosotros: ¨ Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios¨ (Apocalipsis 21:3). La Navidad nos dice que el hecho de que Dios venga a vivir con nosotros es posible, y que la segunda venida de Cristo será una realidad, así como lo fue su nacimiento.

3.- La Navidad no es la Celebración del Niño Dios.

La Navidad no debe ser celebrada para enfatizar el nacimiento del niño Dios, como muchos la denominan, con el sentido de que existe una deidad con este nombre y que lamentablemente muchos le son devotos, como es el conocido divino niño; que de divino no tiene nada, ya que es un invento de los hombre, y no tiene nada que ver con lo que la Biblia nos enseña.

La obra salvadora de Jesús no fue realizada cuando era un niño, sino cuando él fue un adulto, por eso no podemos hablar del niño Dios, como si en el cielo Jesús conservara su niñez. Esto no es posible, ni siquiera con ninguno de los seres humanos famosos que ha llegado a ser adulto, lo que se resalta de los individuos importantes de la historia no es su niñez, sino lo que hicieron cuando crecieron y tuvieron una participación activa en el mundo. No hablamos del niño Einstein o del niño Lutero, ¿entonces, porqué hablar del niño Jesús, como del niño Dios, cuando en realidad él no es un niño, y está en el cielo, no como el niño Dios, sino como el Dios hombre que es, nuestro Salvador?

Así que no es correcto que nos refiramos a Jesús como el niño Jesús, ni que los padres cristianos dejen regalos a sus hijos en esta época de Navidad departe del niño Jesús, porque al hacer esto, están contribuyendo a que este mito se propague y se haga parte de la fe de los niños de la iglesia. Los niños deben ver a Jesús como su Señor y Salvador, tal y como lo vemos los adultos. Hay muchas cosas de la práctica cristiana que parecen muy románticas; pero tengamos cuidado, que detrás de ese romanticismo está la ponzoña del diablo.

Nosotros debemos despejar toda creencia errónea, aunque esta sea una tradición muy bonita. 

Leandro González

Mensaje predicado en la Primera Iglesia Bautista de Mao, República Dominicana, el 23 de diciembre de 2012.

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