viernes, 24 de julio de 2015

EL PROFETA ELISEO

1 Reyes 19:19-21
¨Partiendo él de allí, halló a Eliseo hijo de Safat, que araba con doce yuntas delante de sí, y él tenía la última. Y pasando Elías por delante de él, echó sobre él su manto. Entonces dejando él los bueyes, vino corriendo en pos de Elías, y dijo: Te ruego que me dejes besar a mi padre y a mi madre, y luego te seguiré. Y él le dijo: Ve, vuelve; ¿qué te he hecho yo? Y se volvió, y tomó un par de bueyes y los mató, y con el arado de los bueyes coció la carne, y la dio al pueblo para que comiesen. Después se levantó y fue tras Elías, y le servía¨.

Eliseo fue un profeta hebreo que vivió en Israel entre 850 y 800 A.C. Fue escogido como el sucesor del profeta Elías durante el reinado de los reyes Joram, Jehú, Joacaz y Joás. En hebreo, su nombre es Elisha, una abreviación de Elishúa, que en español significa "Dios es mi salvación". Eliseo es considerado uno de los ¨Padres del Carmelo¨. Hijo de Safat, Eliseo era un pastor-agricultor que nació y habitó en Abel-mehola.

Su historia se narra en 1Reyes 19:19-21 y 2Reyes 2-13.

Al parecer, Eliseo era un hombre calvo y poseía una gran fortaleza física, ya que era capaz de arar la tierra dirigiendo una yunta de doce bueyes. Mientras llevaba a cabo la mencionada actividad, Eliseo fue llamado por Elías para mostrarle la voluntad de Dios de que sería su sucesor.

De acuerdo a la narración del Primer libro de los reyes (capítulo 19), Elías huyó de Jezabel, la esposa del rey Acab quien lo había amenazado de muerte y huyó a Judá. En el camino se quedó dormido dos veces y un ángel lo asiste y le ordena que vaya al monte Horeb caminando durante cuarenta días y se quede en una cueva. Es allí donde Dios lo consuela, y le ordena que vaya a Damasco con la instrucción de ungir a Hazael como rey de Siria, a Jehú como rey de Israel y a Eliseo como profeta y también su sucesor (1 Reyes 19:1-18).

Como vemos en el pasaje bíblico que hemos elegido para este sermón, al pasar Elías frente a Eliseo, mientras éste último araba la tierra con una yunta de doce bueyes, le colocó su manto y pasó de largo. Eliseo comprendió éste gesto simbólico y se apresuró a alcanzar a Elías que se alejaba, rogándole que le permitiera ir a despedir a sus padres antes de irse con él. Sacrificó a los bueyes y; asando sus carnes en los aperos de la yunta, hizo un festín de despedida invitando a los lugareños. Concluido esto, siguió a Elías para estar a su servicio. Elías lo consideró como si fuera su hijo ( 1 Reyes 19:19-21).

Ahora veamos los siguientes aspectos relacionados con este personaje bíblico que nos ocupa en esta ocasión:

1.- Paralelos de Profeta Eliseo con el Profeta Elías.

Se ha dicho que Eliseo parece el gemelo de Elías, por el gran parecido entre ambos, y por la similitud de cosas que hicieron. Hasta sus nombres se parecen.
Ambos golpearon las aguas del río Jordán y pasaron por tierra seca: (2 Reyes 2:8; 2 Reyes 2:14).

Ambos, Elías y Eliseo,  trajeron la lluvia en tiempos de sequía (1 Reyes 18:41-45;  Reyes 3:9-20).

Ambos aumentaron la provisión de alimento de una viuda (1 Reyes 17:10-16; 2 Reyes 4:1-7).

Ambos volvieron a la vida a hijos únicos (1 Reyes 17:17-24; 2 Reyes 4:18-35).
Ambos realizaron milagros a favor de personas fuera de las fronteras de Israel (1 Reyes 17:9-16; 2 Reyes 5:1-15).

Ambos pronunciaron sentencias sobre reyes (1 Reyes 21:19-22; 2 Reyes 8:7-10).

Y finalmente, ambos pidieron venganza sobre incrédulos (2 Reyes 1:9-12;  Reyes 2:23-25).

Pero a pesar de las similitudes Eliseo y Elías eran diferentes en cuanto a sus temperamentos y en cuanto a sus actitudes en general. Elías fue una figura solitaria, como Juan el Bautista. La mayor parte de su vida la pasó en una lucha inútil en contra de los males de su tiempo, y pasó por grandes períodos de depresión. Eliseo, en cambio, habiendo recibido una doble porción del espíritu de Elías, llevó una vida triunfante a medida que se juntaba con otra gente. No parece haberse amilanado nunca o tenido temor de alguien, y aún en la hora de su muerte estaba dando órdenes al rey de Israel: ¨Estaba Eliseo enfermo de la enfermedad de que murió. Y descendió a él Joás rey de Israel, y llorando delante de él, dijo: !!Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo! Y le dijo Eliseo: Toma un arco y unas saetas. Tomó él entonces un arco y unas saetas. Luego dijo Eliseo al rey de Israel: Pon tu mano sobre el arco. Y puso él su mano sobre el arco. Entonces puso Eliseo sus manos sobre las manos del rey, y dijo: Abre la ventana que da al oriente. Y cuando él la abrió, dijo Eliseo: Tira. Y tirando él, dijo Eliseo: Saeta de salvación de Jehová, y saeta de salvación contra Siria; porque herirás a los sirios en Afec hasta consumirlos. Y le volvió a decir: Toma las saetas. Y luego que el rey de Israel las hubo tomado, le dijo: Golpea la tierra. Y él la golpeó tres veces, y se detuvo. Entonces el varón de Dios, enojado contra él, le dijo: Al dar cinco o seis golpes, hubieras derrotado a Siria hasta no quedar ninguno; pero ahora sólo tres veces derrotarás a Siria. Y murió Eliseo, y lo sepultaron¨  (2 Reyes 13:14-20a).

El ministerio de Eliseo fue mucho más duradero y abarcador que el de Elías.  Pero lo más importante en la vida de Eliseo es su fidelidad al Dios de Israel, el Dios verdadero, fidelidad que nosotros debemos imitar cueste lo que cueste.

2.- Los Muchos Milagros Que Dios Obró Al Través de Eliseo.

Eliseo realizó muchos otros milagros, entre los que se destacan:

El saneamiento de un manantial que era la fuente de agua de la ciudad de Bet-el. Sus aguas eran malas, a punto que esterilizaban los cultivos, provocaban enfermedad y hasta muerte. Eliseo las saneó definitivamente arrojando una vasija de sal en el manantial, diciendo: ¨Así ha dicho Jehová: Yo sané estas aguas, y no habrá más en ellas muerte ni enfermedad¨ (2 Reyes 2:19-22).

Otro milagro relacionado con el agua es que Hizo brotar aguas del terreno y un torrente en el camino de Edom para abastecer de ella al ejercito mancomunado de Israel, Judá y Edom que se hallaba en campaña contra Moab, el cual estaba camino a deshidratarse a causa de la falta de agua (2 Reyes 3:13-20).

También con relación  al agua,  hizo flotar el hierro de un hacha prestada a uno de sus compañeros que se hallaba afligido por habérsele ésta hundido al Jordán. (2 Reyes 6:4-7).

Un milagro que lo vincula fuertemente con Jesús es que durante la hambruna multiplicó veinte panes que trajo un hombre de Baalsalisa, a punto que cien hombres comieron y sobró. (2 Reyes 4:42-44).

Y un milagro muy notorio es que al entrar en contacto con los huesos de Eliseo, el cadáver de un hombre resucitó. (2 Reyes 13:20-21).

En los milagros realizados por Dios al través de Eliseo estaba el sello de Dios, igual que en los milagros obrados al través de Elías y los milagros obrados por los apóstoles en el Nuevo Testamento. Todos esos milagros corroboran la mano de Dios obrando para mostrar a su pueblo su presencia y su poder y su supremacía frente a los ídolos de las naciones. Estos fueron milagros verdaderos, obrados por el único Dios que hace milagros, y no fueron obrados para llamar la atención, sino para mostrar el poder de Dios que estaba en estos personajes. Dios quiere y puede hacer milagros en el día de hoy igual que ayer, pues Dios no cambia, es el mismo en todos los tiempos.

3.- Su Participación en las Decisiones Políticas de Israel.

Eliseo gozaba de gran aprecio y respeto delante del rey y del pueblo de Israel. Eliseo fue líder de varias generaciones de profetas; se vinculó con los soberanos de Israel pertenecientes a su época, amonestándolos, aconsejándolos en sus guerras y estimulando, cuando lo creyó necesario, la desobediencia hacia ellos.

Los obreros cristianos, ya sean pastores, evangelistas, maestros, etc. tenemos el deber de dar la cara ante los problemas sociales y políticos que se presentan en nuestro mundo hoy, no podemos ser ajenos a lo que pasa a nuestro alrededor. Como Eliseo, debemos jugar un papel importante como voceros de la Palabra de Dios, presentando al mundo cuál es el criterio de Dios. Estamos aquí para hablar en nombre de Dios, para anunciar el mensaje de Dios para el mundo, y no nos podemos quedar callados ni ser indiferentes. Nuestro Señor Jesucristo obra con poder al través de sus siervos cuando asumimos el compromiso de anunciar su Palabra no importando el precio que tengamos que pagar.

Leandro González
Mensaje predicado en la Primera Iglesia Bautista de Mao, República Dominicana, el 19 de julio de 2015.


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